Un recorte del 5 por ciento y una tramitación aún más compleja, algunas de las pegas a la propuesta de Hogan

Redacción/Grado

La Comisión Europea ha presentado una propuesta de nueva Política Agraria Común, para aplicarla más allá de 2020, que ha suscitado alarma y recelos en el sector y una crítica casi unánime. El recorte de un 5 por ciento del presupuesto es uno de las principales críticas al proyecto, difundido ayer por el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan. También se han alzado voces que acusan al proyecto de suponer aún más carga burocrática, tanto para los productores como para los países miembros, lo que Hogan niega, asegurando que la propuesta moderniza y simplifica la PAC. Además, hay sectores, como el de cooperativas agroalimentarias, que sostienen que el nuevo diseño de Política Agraria Común entraña un riesgo de «renacionalización», ya que abre la puerta a que los Estados establezcan sus propios marcos legales para otorgar las ayudas, lo que sería «u n obstáculo» para mantener el mercado único. El techo de ayuda por explotación, hasta un máximo de 100.000 euros, también ha sido objeto de críticas de un texto que la prensa especializada considera que «no convence a nadie».