Publicado el: 23 Jul 2018

Importante descubrimiento arqueológico en La Cobertoria

El dolmen, uno «de los más interesantes de Asturias», fue transformado en tres períodos históricos, según se revela en la tercera campaña que realizan estos días 9 arqueólogos de toda España

Imagen de la excavación. F. Valdés Salas

 

F. Romero / Grado

La tercera campaña de excavación arqueológica que promueve la Fundación Valdés Salas en el dolmen de La Cobertoria está arrojando luz sobre las circunstancias históricas de este importante enclave funerario del Neolítico. Nueve arqueólogos de las universidades de Oviedo, Santiago y Barcelona, bajo la dirección científica del catedrático Miguel Ángel de Blas Cortina, han descubierto que este dolmen fue reconstruido en distintos periodos.

«Hemos descubierto una de las cámaras dolménicas más interesantes de Asturias y ahora estamos buscando objetos de enterramientos para que nos aporten más luz y poder datar la cámara de forma precisa» explica Fernando Rodríguez del Cueto, arqueólogo y profesor asociado de la Universidad de Oviedo.

Hasta el momento se ha podido datar el vestíbulo de acceso, que se sitúa en el 3.500 antes de Cristo, la época de las primeras sociedades campesinas y ganaderas de Asturias. Lo que se está estudiando ahora es la posibilidad de que el espacio funerario hubiera tenido usos anteriores y haya ido cambiando el mismo espacio con el tiempo «lo que demuestra es que los grupos humanos de la zona le daban mucha importancia a este dolmen en distintas épocas».

Se sabe ya que hay tres fases diferenciadas. La más moderna tiene 5.500 años de antiguedad y el equipo, que cuenta también con el apoyo del Ayuntamiento de Salas, va a investigar  ahora la datación de las dos preexistentes. La primera fase consistía en un círculo de piedras, después fue cubierto por una gruesa masa de arcillas rojas y finalmente se rompieron ambas estructuras para construir la cámara dolménica. Según explica Joaquín Lorences, de la Fundación Valdés Salas «se trata de una creación muy singular y, en diferentes aspectos, única«.

El dolmen se sitúa en la sierra de San Juan, entre Las Gallinas y Mallecina, en un entorno en donde en su día se habían localizado hasta once emplazamientos funerarios, de los que solo quedan 6. El resto desaparecieron por diversas explotaciones del monte antes de los años 90 del pasado siglo.

 

Cámara funeraria / F. Valdés Salas

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