Reencuentro de los vaqueiros de Villaverde en Belmonte

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Treinta y nueve vecinos oriundos de este pueblo, en donde hoy solo viven cuatro personas, relataron sus vivencias y recuerdos

Un momento de la comida de los vaqueiros

 

Julio Cabal / Belmonte de Miranda

Treinta y nueve vecinos oriundos y nativos del pueblo de Villaverde se reunieron el pasado domingo en una comida en el Hotel Cela de Belmonte de Miranda, una copiosa comida regada con buenos vinos y en donde se repartían las vivencias y recuerdos de este pueblo vaqueiro de la trashumancia al puerto de la Peral, o el Llamardal. Muchos de los hijos de este pueblo partieron en busca de nuevos horizontes buscando una mejor calidad de vida, algunos se especializaron en el yeso en plena burbuja de la construcción y en otras profesiones, ya que el vaqueiro siempre ha sido un pueblo emprendedor: hosteleros, aguadores en Madrid… porque quizás la escasez agudiza el ingenio.

Apellidos como Feito, Riesgo, Verdasco, Marrón, Boto y Lorences, son los más comunes en Villaverde. “Antes que Dios fuera Dios y el sol diera en estos riscos ya los Feitos eran Feito y los Garridos, Garrido”, recuerda un dicho popular.

A los postres tomó la palabra el invitado por la familia Riesgo Marrón, el ex alcalde de Belmonte de Miranda Roberto Pérez, que realizó un repaso de los barrios y de las familias vaqueiras «a los que durante sus treinta y dos años de ejercicio municipal senté a mi mesa», dijo. Habló de las mejoras que se produjeron bajo su mandato en Villaverde, como el alumbrado público, teléfono público, arreglo de caminos en el pueblo y reparación de la escuela.

Pérez habló de los barrios y de sus casas, que enumeró partiendo de la ermita: casa de Rosa la de Melón, a continuación casa Justo, más abajo Lorences Llomba al lado de los Petisos, la casona de la Marrona de Sabino, siguiendo la de José Feito (taxi) un poco más allá Arcadio y Araceli, Manuel el de Redivillas, a continuación Fausto y Manolo, pasando el regueiro Faxias, Antonio y al lado casa Aurelio Longinos emigrante argentino, más adelante, los Truitos, Pepe y Adriano, casa Carlos y Raúl, al lado de la escuela casa Manuel y Araceli, casa Herminio (Ceferino), casa Colasón, Emilio, casa Timio y Maria, casa Roque, casa Piquero, casa Carola y casa Papas. Tuvon un sentido recuerdo para los recientes fallecidos María del Mar y Araceli.

De los barrios enumeró a El Pucheiro, los LLagones, el Cebanón, las Cabanas, Paniceras, el Auteiro, el Regueiro, los Umerales, el Moriouro, el Chuco, la Pasada, la Cabanina y Redeviñas.

Hoy en la actualidad solo 4 vecinos son los moradores de este pueblo vaqueiro “Villarverde y el Pontigo flor de Doncecha”, “Antoñana y Miera saldas de la vera “, Quizá estas reuniones hacen que este pueblo unido pueda perdurar varias generaciones.

 

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