La Asociación La Piedriquina escenificó ayer el episodio medieval de los escuderos del rey de Castilla en el lugar original de los hechos, dentro de los actos de su IV Seronda Cultural

Esther Martínez – El Escamplero

Dentro de los actos programados con motivo de la IV Seronda Cultural que organiza la Asociación La Piedriquina, que preside la cronista oficial de Las Regueras, ayer viernes tuvo lugar la representación del hecho histórico de la llegada de Enrique de Trastámara a Escamplero, concretamente al Hospital de San Miguel que había en esa localidad del concejo.

Según relatan las crónicas, el aspirante al trono de Castilla venía huyendo de su hermano Pedro I «El Cruel» y pidió hospedaje en ese lugar, que actualmente ocupa Ca’l Juez. Y allí mismo, caracterizado como escudero, el actual propietario de la casa y su hija, Manuel y Natalia Miranda, tomaron parte en esta recreación de los hechos en compañía de veinte actores, todos ellos del concejo, que participaron en esta representación escenificada y cuidada al detalle.

La historia real ocurrió en el año 1350. Los escuderos eran siete y el dueño del hospital de Escamplero era Rodrigo Alfonso. Por esta razón el escudo actual del concejo de Las Regueras lleva siete lanzas en recuerdo de las prebendas y exenciones que aquellos improvisados paladines obtuvieron de Enrique de Trastámara, que llego a ser rey, en agradecimiento a haberle dado posada y escoltado hasta Llanera.

Tras la representación, el dueño de la casa actual rememoró de la mejor manera aquella hospitalidad: ofreciendo una merienda a los actores y público participante. Y a renglón seguido la cronista oficial del concejo, Rosa Rodríguez, ofreció una charla con el título «El hospital de San Miguel de Escamplero y los escuderos de Las Regueras», con amplia documentación sobre este episodio histórico.

La de ayer fue la penúltima actividad de esta fructífera Seronda Cultural, que concluirá el próximo 9 de noviembre con la exposición fotográfica que tendrá lugar en El Tendejon de Fernando, también en El Escamplero, con una selección de la obra del fotógrafo reguerano José María González Villanueva, que plasmó con su cámara la vida del concejo durante la segunda mitad del siglo XX. La muestra servirá asimismo para conmemorar que este año se cumple el centenario de su nacimiento.