Redacción/Grado

Julio, con 96 años, ha podido cumplir su último deseo: volver a ver su pueblo, Tene, en Quirós, y la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, en Caranga de Arriba, Proaza, para ver la puerta, que él mismo hizo hace ya muchos años. La aventura de Julio ha sido posible gracias a la iniciativa de la Fundación La Ambulancia del Deseo, que intenta cumplir los últimos deseos de personas que se encuentran al final de sus vidas. En el caso de Julio, su deseo «era visitar su pueblo y poder ver a sus hermanos».
«Primero fuimos a Caranga de Arriba a ver la puerta de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, puerta que él había hecho hace muchos años. Después lo trasladamos a su pueblo, Tene, del concejo de Quirós, en donde saludamos a algunos de sus hermanos y cambiamos de ambulancia a una todo terreno para subirlo a la Mortera por una pista de montaña, donde Julio recordaba perfectamente todos los nombres de los picos de la zona. Sorprende mucho este hecho ya que Julio padece de demencia y por desgracia está mucho tiempo desconectado del medio pero fue llegar a la zona donde nació y pasó los mejores momentos de su vida y empezar a recordar y sonreír, e incluso ponerse de pie después de varios años de no intentarlo». Tras la comida, con dos de sus hijas, su yerno y sus hermanos, regresaron, con Julio satisfecho, tras vivir «el mejor día de su vida». La Fundación agradece la colaboración de la Fundación del Transporte Sanitario de Asturias, y Transinsa-Ambulancias de Asturias.

La Fundación Ambulancia del Deseo trabaja en España desde abril de este año, para ayudar a cumplir el último deseo de personas que afrontan el último periodo de su vida.