El nieto del arquitecto que ideó, hace ahora 50 años la central hidroeléctrica, habla de la importancia de este equipamiento, que produce al año energía para 20.000 asturianos
El aniversario de la instalación se celebra por todo lo alto, con amagüestu, espectáculo visual y la presencia del presidente del Principado, Javier Fernández y el de EDP España, Manuel Menéndez
F. Romero / Proaza
A Proaza se la conoce sobretodo por ser el corazón de la Senda del Oso. Sin embargo, son menos los que saben que en esta villa existe una joya de la ingeniería y la arquitectura moderna, obra del arquitecto y artista Joaquín Vaquero Palacios. Su nieto Joaquín Vaquero Ibáñez fue uno de los principales invitados al 50 aniversario de la construcción de la central, al que acudió, entre otras personalidades de la vida política, institucional y empresarial el presidente del Principado Javier Fernández y el de EDP España, Manuel Menéndez. Mañana viernes hay una jornada de puertas abiertas para el público.
«La central de Proaza es un producto de valentía y de sabiduría de la antigua HC (hoy Edp), un clarísimo ejemplo de la fusión del arte y la ingeniería. Mi abuelo se divirtió mucho construyéndola. Proaza es una concatenación de excesos pasionales, naturales, técnicos…» explicó Vaquero Ibáñez, también arquitecto, que preparó como guinda del cumpleaños de la central un miniespectáculo visual y de sonido proyectado sobre las rugosas paredes de hormigón «que trata de seguir esa línea de emoción brutalista, cromática, precisa y técnica, como un exabrupto» añadió y recordó que la gente hoy no es consciente de lo fundamental que es la electricidad para nuestra vida». De hecho, la central, además de ser una joya arquitectónica, es un ejemplo de utilidad y pragmatismo pues no en vano mantiene una producción anual al equivalente al consumo eléctrico de 20.000 hogares y es una de las instalaciones de Edp que más visitas recibe al año.
Al acto, celebrado esta tarde en la misma central, acudieron además de los presidentes de Asturias y Edp, el consejero delegado de la compañía, Rui Teixeira, y el consejero de empleo, Industria y Turismo del Principado de Asturias, Isaac Pola, además de los alcaldes de Proaza Ramón Fernández, de Santo Adriano Jesús Muñiz y de Quirós Ovidio García.
Amagüestu con castañas y sidra dulce, una visita a la exposición del aniversario y a las instalaciones y, como guinda una proyección de un video mapping diseñado por Vaquero Ibáñez y con el sonido a cargo de su hermano Juan. El espectáculo visual representa imágenes de la construcción y de la puesta en funcionamiento de la central y se puede visualizar en el canal de Youtube de EDP.
El presidente de EDP España, Manuel Menéndez, ha recordado la importancia de esta central: “La central hidráulica de Proaza supuso un antes y un después para el desarrollo de la comunidad e industria asturianas, abasteciendo a cientos de miles de familias. En la actualidad, su producción anual equivale al consumo eléctrico de 20.000 hogares”. Manuel Menéndez también ha destacado la apuesta de EDP por la sostenibilidad: «En Proaza, la generación eléctrica y la naturaleza van de la mano. Conviven y se complementan en un entorno único, convirtiéndose en un ejemplo de sostenibilidad y respeto por el medioambiente”.
Durante el acto de celebración, los asistentes han visitado las instalaciones de la central, comprobando cómo el arquitecto logró adaptarla al entorno, estableciendo un diálogo con el paisaje.
Por su parte, el presidente del Principado, Javier Fernández calificó de «magnífica» la central «que consigue ensamblar naturaleza e industria con una fuerza descomunal, con la potencia propia del hormigón. Sobre el patrimonio industrial se habla mucho y probablemente se hablará muchísimo más durante las próximas décadas. A este respecto, el catálogo que ofrece EdP, muy deudor del talento de Vaquero Palacios, es monumental y sobresaliente. Da para todo un circuito artístico e industrial.»
«Fijémonos en esta central. Aparte de su valor artístico, tomemos en cuenta lo que conlleva: un emplazamiento, una modificación de un río, una canalización, una red de distribución. Ciertamente, no emite dióxido de carbono porque no se produce combustión, pero sí fue necesaria una fuerte intervención sobre el estado natural previo, que jamás volverá a ser el mismo. Una pregunta al paso: ¿hoy sería posible esta obra? ¿Recibiría los permisos administrativos, los parabienes ambientales, superaría la previsible oposición ecologista y el hipotético recelo vecinal? Ya sé que estoy haciendo trampa y que no se pueden hacer esos saltos en el tiempo, pero déjenme atizar la interrogación: ¿sería posible? ¿y la central de La Malva? ¿Y los embalses de Tanes o Grandas?» añadió.
Para el presidente la central es el ejemplo del desarrollo fabril de Asturias. «Aquí al lado pasa una ruta cicloturista, la Senda del Oso, construida sobre el trazado de dos ferrocarriles que transportaban el mineral de las explotaciones de Quirós y Teverga. Al fin y al cabo, la senda es una cicatriz industrial reciclada para un nuevo uso. En realidad, resultaría muy difícil, imposible, describir la realidad de Asturias, la de ayer, la de hoy y espero que también la de mañana, sin mencionar la profunda huella industrial que nos surca y nos define».
Fernández cargó, sin dar nombres, contra el Gobierno de Pedro Sánchez en materia medioambiental por el proceso programado de transición ecológica que afectará a las térmicas asturianas y a la producción de carbón y lo tildó de «dogmático». «La acción política, o institucional, es desesperante, pero nunca puede resultar dogmática. La afirmación dogmática vale para la religión o para la nación, tal y como la interpretan algunos, pero jamás para la política. Pero a la hora de evaluar la transición energética, pensada para nada menos que salvar el planeta, ¿puedo abstraerme de las consecuencias sobre la actividad económica, sobre la industria y sobre el empleo? Es obvio que no, salvo que fuese un irresponsable. Aunque me motive el objetivo, no puedo dejar de tener en cuenta la situación de Asturias y de España. Aclaro que lo que estoy pidiendo no es que se abandone a la transición energética, sino que se renuncie al dogmatismo, tan apropiado para cuestiones de fe como inservible para la acción política».
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