Somiedo, una ruta que acaba en una nave industrial

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Por Emma ÁLVAREZ

Una imagen al finalizar la ruta de río de Bobia hace que se detenga el tiempo en mi memoria y que me ponga a reflexionar sobre qué está pasando en este concejo, primer parque natural de Asturias.

Un camino que empieza en el Alto la Bobia, desciende entre árboles, plantas, riachuelos, fuentes, prados, fauna diversa…

Un lugar tan espectacular que en los primeros Planes Rectores de Uso y Gestión del Parque (PRUG)  aparece como «zona de uso restringido especial”.

Dice el I Plan de Uso y Gestión de Parque Natural de Somiedo aprobado en 1989 que las zonas restringidas son “zonas a las que no está permitido acceder, ya que presentan sistemas muy bien conservados y muy frágiles que es necesario conservar y cualquier actuación puede ocasionar daños irreversibles». En el Decreto 87/2000, de 14 de diciembre, por el que se aprueba el III Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Somiedo, el río de Bobia aparece como zona de uso restringido especial. Leamos literalmente lo que son los usos restringidos:

“No podrá abordarse la creación de nuevas infraestructuras o instalaciones industriales en esta zona. En especial, no podrán abrirse nuevas carreteras o pistas, ni estarán permitidas las actividades extractivas, ni cualquier otra obra que implique movimiento de tierras. No se permitirá la instalación de nuevos tendidos eléctricos, ni telefónicos, que, en su caso, deberán trazarse por zonas compatibles adoptando modalidades con reducido impacto ambiental. Tampoco se permitirá la instalación de centros de reemisión de señal de televisión o de telefonía móvil, repetidores o cualquier tipo de antena”.

“Queda excluido el uso turístico en estas zonas, por lo que no se permitirá el acceso a las mismas de cualquier persona ajena a los usos agropecuarios tradicionales, a las necesidades de vigilancia y gestión del parque, o a la atención y reparación de infraestructuras ya existentes”.

A esta norma general se plantean cuatro excepciones, que corresponden a caminos cuyo tránsito por el visitante ocasiona un impacto compatible con los objetivos de conservación, entre ellas Camino del Valle a Veigas por Río de las Bobias.

Muy importante lo que dice: El tránsito de personas queda limitado exclusivamente al propio camino, en el que figurarán los carteles informativos necesarios expresando la prohibición de abandonar el mismo. La administración del Parque podrá limitar el tránsito por estos caminos si lo aconsejan razones de conservación.

Todo esto es lo que está aprobado en los PRUG de Somiedo hasta el año 2007. Los PRUG se revisan y se aprueban cada cuatro años, exceptuando casos como del que estamos hablando que sorprendentemente el  5 de marzo de 2008  se hace una modificación parcial del Decreto 22/2007, de 14 de marzo, por el que se aprueba el IV Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Somiedo.

Esto permite que nos hagamos una pregunta: ¿el cambio de uso de la zona es porque ha perdido el valor ecológico que tenía o hay intereses especulativos que pesan más a la hora de cambiar la zonificación del Parque? La respuesta la encontramos en el cambio del decreto aprobado que dice:

“A los efectos de hacer admisible el uso de una planta de embotelladora de agua, el Consejo Rector Del Parque Natural de Somiedo, ……”

Es decir, se modifica el plan por un interés privado. El primer objetivo de  un Parque Natural  es la “Conservación”. Si esto no es así algo estamos haciendo fuera de la ley.

Además de los cambios en el PRUG, se ha hecho obra con fondos públicos para que una empresa privada explote recursos naturales.

Se ha construido un nuevo puente sobre el río Saliencia, obra ejecutada por la Dirección General de Carreteras del Principado, por un importe aproximado a los 400000 euros.

Por otro lado, el IDEPA concedió al Ayuntamiento de Somiedo tres subvenciones por valor de cerca de 1,3 millones de euros. Esta cifra se invirtió en la compra de terrenos, en la redacción del proyecto del área industrial y en las obras de construcción del polígono.

Estos días, después de diez años en silencio, podemos leer noticias en prensa asturiana que dicen que la Embotelladora se abrirá en 2019 gracias a otra inyección pública de 200.000 euros, para la obra de la planta.

También se dice que se crearán unos cuatro puestos de trabajo.

Estamos hablando de casi dos millones de euros públicos para cuatro puestos de trabajo en manos de una empresa privada que explotará un recurso público. Estamos hablando de un partido político que se dice ser de izquierdas.

Después de todos estos datos, después de ver las imágenes de una nave nueva por encima de un molino abandonado, comido por la vegetación, sólo nos queda reflexionar si esto es lo que queremos para el concejo. Si este proyecto de futuro somedano es por lo que se apostó en 1988 cuando se declaró Parque Natural. Leyendo los PRUG, les puedo asegurar que no, que esto no era lo previsto entonces para el futuro de Somiedo.

Hay ejemplos de pueblos europeos donde fijarse para poder copiar un modelo de conservación rural, del territorio, del paisaje y del paisanaje. Hay modelos para aprender a hacer las cosas mejor, pensando en presente, restaurando el pasado y con futuro.

En Grecia, en el pueblo de Anavra entre el 2000 y el 2010 se registró un descenso de desempleo cero y se duplicó la población.

La ganadería tradicional se convirtió en ecológica, se montaron tres granjas con un total de 25.000 animales, ovejas, cabras, vacas, cerdos

También crearon un matadero público con una sección ecológica certificada.

El pueblo también desarrolló las casi 100 hectáreas del parque medioambiental y cultural de Goura que impulsó el ecoturismo.

El plan de desarrollo sostenible de Anavra no sólo creó empleo, e impulsó los ingresos privados, también aportó a la comunidad local los recursos para desarrollar las infraestructuras públicas mejorando así la calidad de vida de los habitantes.

Los vecinos construyeron plazas y bombas de agua, centro médico rural, infraestructura escolar y deportiva, una residencia de ancianos y alberge para personas sin hogar.

Hay otra forma de hacer un desarrollo rural sostenible y que fije población, hay ejemplos reales que lo demuestran. Pueblos como Anavra deberían ser un ejemplo a seguir. Las tierras Altas de Escocia también.

Aquí se puede ver como lo han hecho, como se recupera una zona rural sin caer en la especulación, en el mal llamado desarrollo.

http://sspa-network.eu/documentacion/

Recuperemos el orgullo rural, recuperemos las tradiciones, la etnografía, vivamos en el siglo XXI pero no en la era del plástico, de las industrias contaminantes.

Recuperemos ese molino, esa otsera, ese lavadero, esa cabana, esas Brañas, ese pastoreo, esa limpieza de prados y vegas con ovejas, con la trashumancia.

Hagamos de Somiedo un municipio con futuro de verdad, fijando población, no fijando empresas que vienen se instalan con fondos público y cuando tienen pérdidas se van.

La imagen de una nave y un molino, la imagen del pasado en el suelo y el futuro arrasando, es fruto del desorden imperante en un Parque Natural, Somiedo

Una ruta que empieza entre árboles, riachuelos, sonidos de pájaros. Una ruta que termina con un Molino de piedra abandonado y una nave industrial que nos despide de la ruta.

Pasado y presente de un concejo que pudo haber sido y no fue.

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