Un ganadero de Restiello sufre seis ataques en el entorno de Las Cruces en los últimos meses, y los No Adscritos reclaman que se aplique en el concejo el Plan del Lobo

Redacción/Grado

Un xato de sólo veinte días de edad ha sufrido dos graves ataques del lobo en Grado, en la zona de Las Cruces, y ha sobrevivido. Hace una semana, el animal fue atacado y mordido en el morro y el cuello, «le atravesaron la nariz hasta la lengua», y ayer, en una pata y en los cuartos traseros. Su propietario, Antonio, de Restiello, localizó ayer al animal, y no ha querido sacrificarlo. «Voy a intentar curarlo y sacarlo adelante. Del anterior ataque salió y se curó, no podía mamar y tuvimos que darle la mamona, pero ahora ya mama. Espero que resista este nuevo ataque. Los tengo en la finca porque en la cuadra hay más virus y al final me los matan las fieras», lamenta el ganadero, que ha sufrido al menos seis daños desde el pasado mes de septiembre, con animales muertos y heridos. «Mis fincas están en pleno Camín Real de la Mesa, el paso natural de estos animales, como fue el paso a la meseta antes de abrir Pajares», destaca Antonio, que pide «soluciones» a los responsables. «Esto no puede seguir así. No me vale que me paguen el tratamiento veterinario y 400 euros si muere». Asegura que en la zona hay dos lobos jóvenes y uno adulto, «avezaos, de aquí no marchan», y pide medidas eficaces. «Yo no digo que los maten, que los atrapen y los saquen de aquí, o que los alimenten ellos. Puedo decir aquello de qué delito cometí contra vosotros naciendo: para algunos parece que los lobos sí son animales, pero este xato no, y que ellos son ecologistas, y yo no soy naturalista, aunque vivo aquí y sigo cuidando y tirando de esta tierra», reflexiona Antonio.

Su caso ha llevado al concejal José Ramón González, portavoz de los No Adscritos, a exigir de nuevo la inclusión de Grado en las batidas previstas en el Plan del Lobo de Asturias. González cuestiona las gestiones del equipo de gobierno. «Cuando presenté la moción me dijeron,el equipo de gobierno de Izquierda Unida, afirmó que el Gobierno regional, ellos mismos y los ganaderos tenían el problema encauzado. El resultado del encauzamiento fue el siguiente: desde el Principado afirmaron que no tenían constancia de que hubiesen aumentado los daños con respecto a los datos registrados de años anteriores. Consecuencia, no se aplica el Plan del Lobo en Grado. Desde el Ayuntamiento echaron un capote al Principado culpando a los ganaderos y afirmando que como no denuncian los daños que sufren en sus cabañas ganaderas no existe alarma social para que el Principado aplique el Plan del Lobo en Grado».