La Cueva de la Peña abre al público hasta el 15 de septiembre

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Es la segunda vez en lo que va de 2019 que el yacimiento permitirá el acceso a 45 visitantes diarios

Pintura rupestre de la cueva de la Peña, en Candamo/ Luis Lafuente Agudín

Redacción/ Grado

Desde el próximo 15 de junio, la Cueva de la Peña volverá a estar abierta para su visita. El yacimiento arqueológico descubierto en 1914 por el catedrático Eduardo Hernández-Pacheco abre así de nuevo sus puertas para la temporada estival, época en la que se espera una mayor afluencia de visitantes. De esta forma, la cueva, que viene de recibir la aprobación para su señalización como destino turístico, permanecerá abierta hasta el próximo 15 de septiembre, aunque para poder acceder a su interior será necesario cumplir con los requisitos exigidos por Patrimonio.

Al igual que ya sucedió durante Semana Santa, período en el que la cueva estuvo abierta al público, todo aquel que desee visitar el yacimiento deberá solicitarlo de manera previa. Para hacer efectiva esta reserva será necesario ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Candamo a través del número de teléfono 985 82 80 56, en horario de nueve de la mañana a dos de la tarde. Se recomienda a todos los turistas que realicen esta reserva con tiempo, ya que el número máximo de visitantes al día es de 45 personas, que podrán acceder a la cueva de martes a domingo en tres turnos: 11:00 horas, 12:00 horas y 13:00 horas. Todas las visitas cuentan con un servicio de guía y son totalmente gratuitas, aunque es importante tener en cuenta que los menores de 7 años no tienen permitido el acceso al interior de la cueva.

Todas estas medidas estipuladas por Patrimonio tienen como objetivo garantizar la conservación de uno de los ejemplos más importantes del arte rupestre del paleolítico, no solo de nuestro país, sino también del resto de Europa. Recordemos que la Cueva de la Peña fue declarada Monumento Nacional en 1942, y que en 2008 alcanzó el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Cada vez son más los yacimientos arqueológicos y los espacios naturales que se ven obligados a delimitar el número de personas que los visitan de forma diaria para evitar su rápido deterioro. Estas medidas se unen a otras iniciativas, como la celebración del Día de la Tierra el 22 de abril, el Día del Medio Ambiente el 5 de junio, las cumbres internacionales o las estrategias para mantener la fauna y la flora del país. En este sentido, también destacan las campañas de carácter nacional en el ámbito educativo con el objetivo de concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

La restricción en el número de visitantes suele ser una de las medidas más efectivas y que mayores resultados está dando a la hora de preservar espacios naturales. En Galicia, por ejemplo, las Islas Cíes y las Ons, pertenecientes al Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, tienen limitado el acceso a cerca de 2.000 personas al día. Esta reducción en el cupo de visitantes -antes de la puesta en marcha de esta medida cada isla podía llegar a acoger hasta 10.000 personas diarias- ha permitido frenar el impacto negativo sobre la biodiversidad de la zona que se venía experimentado desde hacía años. También la Playa de las Catedrales, en Lugo, se ha visto obligada a poner en práctica estas restricciones para garantizar su conservación. En Asturias esta medida podría llegar a implementarse a corto plazo en el Parque Nacional Picos de Europa, y en concreto en los Lagos de Covadonga, que actualmente ya cuentan con una limitación de visitas en vehículos privados.

En la Cueva de la Peña, la restricción al número de visitantes se hizo necesaria debido al importante deterioro de su interior, que obligó a cerrarla al público en la década de los 80. Tal fue el impacto causado por la acción humana, que muchos de los bocetos presentados en el libro de Hernández-Pacheco en 1919 sobre la cueva casi son irreconocibles si se los compara con las pinturas rupestres originales. Un ejemplo similar lo podemos encontrar en la Cueva de las Manos en Argentina que, tras décadas de sobreexplotación turística, con visitas que incluso permitían tocar directamente las pinturas, arrastra ahora consecuencias irreversibles como la rotura de paredes y el empeoramiento de la calidad del aire que daña de forma directa el arte parietal que alberga la cueva.

 El centro de interpretación de la Cueva de la Peña se encuentra en el Palacio Valdés-Bazán

Algunos yacimientos arqueológicos, como Altamira, han decidido crear réplicas de los mismos y así permitir un mayor flujo de visitantes. En este sentido cabe destacar que la Cueva de la Peña cuenta con su propia reproducción en el Parque de la Prehistoria de Teverga. A mayores, la cueva también cuenta con un centro de interpretación ubicado en el Palacio Valdés-Bazán en el que se pueden apreciar reproducciones a escala real de los conjuntos pictóricos paleolíticos más importantes de la cueva, además de información que permite una mayor comprensión de este yacimiento. Cabe destacar que, a diferencia de la Cueva de la Peña, el centro de interpretación permanece abierto durante todo el año, excepto los lunes y el mes de octubre, y el precio para acceder a su interior es de 2 euros para los mayores de 16 años y de 1 para los menores.

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