La Coordinadora Ecoloxista reprocha al Gobierno regional que no se tuvieran en cuenta sus alegaciones para aprobar el permiso para buscar minerales en varios concejos, entre ellos Quirós y Proaza
Redacción/Grado
El Principado de Asturias ha dado luz verde a la investigación minera para buscar minerales en el Aramo, entre ellos cobalto, un metal cada vez más demandado porque es un componente básico de las baterías de iones de litio con las que funcionan los teléfonos móviles, los ordenadores y los vehículos eléctricos. Tal como había anunciado la Administración regional a los ecologistas, la consejería de Industria ha aprobado el proyecto de sondeos, en busca de oro, plata, bario, bismuto, cobalto, cobre, fluorita y niquel sobre una superficie de más de 6 millones de m2 (204 cuadriculas mineras), entre los concejos de Lena, Morcín, Quirós, Riosa y Proaza. El permiso fue solicitado por la un fondo de inversión.
«Nos preocupa esta deriva del Gobierno asturiano que está otorgando todos los permisos mineros que le solicitan de espaldas a los vecinos de las zonas, a pesar de los riesgos que suponen para sus vidas y supone un claro quebranto de su patrimonio con una pérdida evidente de valor de sus propiedades si se lleva adelante el proyecto minero que se pretende investigar. El Principado nos intenta vender el permiso de investigación como una actividad con escaso impacto y de tipo temporal, pero hay que recordar que esta actividad investigadora es la puerta a una actividad extractora con un impacto definitivo», destaca el portavoz de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo, que hace hincapié en que afecta al Paisaje Protegido Sierra del Aramo. Los ecologistas consideran que no se han tenido en cuenta sus alegaciones, en un proyecto que a su juicio tiene «numerosas deficiencias». Entre ellas, enumeran que «no se detallan las principales alternativas estudiadas para la explotación minera en caso de su desarrollo; no se detalla la forma de realizar el seguimiento que garantice el cumplimiento de las indicaciones y medidas protectoras y correctoras contenidas; no se detalla el impacto para los vecinos de las zonas afectadas en esta amplia extensión de terreno; no se describe las características bióticas de la zona, ni se cita las especies más destacadas como es el caso del oso, que ni se menciona; la promotora no ha identificado, explicado y evaluado las incompatibilidades urbanísticas en las zonas afectadas de los 5 concejos; no se valora el impacto de sondeos en los numerosos cauces en el entorno de la Sierra del Aramo, destacando los ríos Caudal, Riosa, Xuncar, Grandiella y minimiza el alcance ambientalmente adverso de la actividad propuesta de investigación, reduciendo el presupuesto de restauración ambiental a solo 3.850 euros, cantidad claramente insignificante para restaurar nada».
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