«Estamos rotos de dolor, era una persona imprescindible, siempre arrimando el hombro, y se va demasiado pronto», lamenta la alcaldesa, Natalia González

El Ayuntamiento luce hoy banderas a media asta y hay convocado un Pleno de despedida a Javier Rubio Rodríguez, que trabajó para el municipio 34 años

Redacción/Grado

«No creo que haya vecino que no tenga su teléfono para llamarlo si había problemas. Quedamos todos un poco huérfanos, rotos de dolor». La alcaldesa de Candamo, Natalia González, resume así la consternación que se vive en Candamo por el fallecimiento de Javier Rubio Rodríguez, trabajador municipal desde hace 34 años, donde fue jefe de obras, que falleció a los 59 años de edad tras no superar las complicaciones de una operación cardiaca. Para expresar su dolor, el Ayuntamiento luce hoy las banderas a media asta y a las doce hay convocado un Pleno extraordinario para despedirle. «Lo celebraremos fuera, al aire libre, para que sus compañeros puedan asistir». Nacido en Valdemora, de pequeño su familia se trasladó a San Román, donde vivió toda su vida. Llevaba al concejo siempre en su cabeza, «hasta el punto de que se llevaba el móvil de urgencias cuando estaba de vacaciones». Ante cualquier problema, inundaciones, incendios, o averías, era la persona de referencia, para los alcaldes y para los vecinos. «Con él planeaba las obras, con él las visitaba, era una persona imprescindible y nos ha dejado muy pronto». El funeral se celebrará mañana, jueves 24 de diciembre, a las doce de la mañana en la iglesia parroquial de San Román de Candamo.