ADIF achaca la falta de iluminación al robo del cable, pero las usuarias exigen soluciones: «A esa hora tan temprano pasamos hasta miedo, y tenemos que alumbrarnos con el móvil»

Redacción/Trubia

A las 7,45 horas aún es de noche, y para las usuarias, mayoritariamente mujeres, que cogen el tren en el apeadero de Soto-Udrión para ir a trabajar es un momento de tensión, «pasamos hasta miedo». Y es que desde septiembre, cuando comenzó a amanecer más tarde, sufren la falta de iluminación del apeadero. «Andamos con linternas o alumbrándonos con el teléfono móvil», señala una de las viajeras habituales, maestra de profesión, que se puso en contacto con ADIF para denunciar la situación. «Me dijeron que era una obra grande porque les habían robado todo el cableado». La obra se hizo y en octubre volvió a haber alumbrado en el apeadero. Por poco tiempo. «Después del puente de Todos los Santos otra vez igual, sin luz. Hay personas que van acompañadas del marido, porque tienen miedo a que les pase algo, no se ve nada a esas horas. No me parece normal dar un servicio así», destaca esta usuaria, que volvió a exigir soluciones a ADIF. «Al parecer volvieron a robar el cableado, pero ése no es problema nuestro, que pongan vigilancia. Pero un apeadero no puede estar completamente a oscuras. Sigo quejándome, y he puesto quejas por escrito, porque por teléfono ya me deben conocer el número y ni me contestan».