Publicado el: 07 Ene 2021

Grado cierra todas sus instalaciones y cancela el mercado

El alcalde, José Luis Trabanco, pide a Delegación de Gobierno que «descargue todo el peso de la ley» sobre los organizadores de las fiestas ilegales, presunto origen del brote

Imagen de una de las fiestas presuntamente origen del grave brote que sufre Grado

Redacción/Grado

El Alcalde de Grado, José Luis Trabanco, ha decidido cerrar todas las instalaciones municipales: centros deportivos, culturales, pistas al aire libre y parques infantiles, ante el brote de coronavirus que mantiene a más de 200 personas en aislamiento, originado supuestamente por la celebración de fiestas ilegales de Nochevieja. También se ha cancelado el mercado del domingo y el de los miércoles, a la espera de cómo evoluciona la situación sanitaria, ya que aunque aún no se han actualizado los datos de contagios, se esperan decenas de casos positivos. «La información que nos llega es preocupante, por lo que hemos decidido cerrar todas las instalaciones que dependen de nosotros. Sobre los colegios no tenemos competencia, es el Principado el que tiene que decidir. Estamos en contacto con la consejería para seguir todas las directrices de salud que nos indiquen, y hemos pedido a Delegación de Gobierno que investigue con todo rigor la organización de las fiestas, de las que hay vídeos y fotos. Que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables de esta situación», manifiesta el alcalde moscón.

Bando íntegro del alcalde:

BANDO 7-1-2021

Comentarios:
  1. MOSCONS dice:

    Lamentable, ya hemos olvidado como el Covid golpeó Grado en la primera ola, con el sufrimiento padecido por nuestros mayores. Luego se harán minutos de silencio, aplaudiremos y haremos homenajes vacíos, en eso somos expertos.

    No hemos aprendido nada de casi un año de pandemia, estamos aún peor que cuando empezamos, sin hablar de la crisis económica existente, el empleo, los estudios paralizados, las prácticas que muchos estamos desarrollando para encontrar un empleo, luego deseamos cambiar de año, personalmente me parece absurdo, cuando estamos iniciando 2021 con tan malas noticias, justamente provocadas por nosotros mismos. No entendemos que hay que vivir si, pero cambiando nuestro estilo de vida, mientras el virus continúe no podemos disfrutar como antaño con nuestra vida social, personal e incluso laboral, de no ser así, esta situación no tendrá fin.

    Horrible la actitud de estas personas, que sin merecerlo, tienen más respeto por mi parte del que ellos me brindan, porque sino insultarles se quedaría corto, al exponernos a todos a morir, literalmente, ya no hablo de ellos mismos, hablo de sus familiares y terceras personas que no son culpables de su egoísmo y absoluta falta de empatía. 2020 no es un año para celebraciones grandilocuentes, es un año para resistir y luchar, por tener un futuro y con actitudes así lo ponemos en riesgo.

    Aún peor es una clase política mediocre, que confunde más que ayuda, falta liderazgo, contundencia, ejemplaridad y castigo para las personas que cometen estos actos. Nuestros dirigentes ven el golpe, el problema y no lo paran o evitan, lo reciben con los brazos abiertos y nosotros en vez de ser más listos e inteligentes que ellos somos borregos y nos comportamos como tales. No hay más que decir como esta «reunión» se celebró en un local nada escondido de Grado, a lo que me pregunto, ¿Dónde estaban las autoridades competentes para sancionar a los propietarios del local?, dice mucho de como están las cosas en nuestra villa Moscona.

  2. Uno del pueblo dice:

    Mi opinion es que existen varios culpables:Los dueños de 2-3 bares( no solo fue uno) por importarles mas la recaudacion que el daño que podian ocasionar, los clientes incontrolados sin mascarilla a los cuales nadie les obligo a entrar ni permanecer en los locales, la Guardia Civil por no querer ver un problema que no ocurrio un solo dia.
    Tambien quiero ser critico con el Sr Alcalde por no tener Policia local no mas tarde de las 18h , ademas creo( sin venir a cuento) que todo alcalde deberia ser obligado a vivir en la localidad donde desempeña sus funciones

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