Luis GARCÍA DONATE

Bienvenidos de nuevo a esta nuestra mensual tertulia de lo extravagante y lo mundano, lo humano, lo divino y mil cosas más. Me alegro de encontraros a todos igual o mejor que la última vez que me hicisteis el honor de leerme, así es como se debe estar que para males siempre hay tiempo, por desgracia. Si me permitís pongámonos a ello que hoy ostraigo algo con miga, veamos que os parece.

Para los que no lo sepáis, sin ser un experto en ninguna de sus formas, me gusta el arte, sobre todo clásico, ya sabéis, románico, gótico, renacentista y diría que hasta el barroco, de estilos posteriores conozco bastante menos, pero lo antes dicho nos sirve para lo que hoy quiero contar. Resulta que un día de estos por circunstancias de la vida y la lectura, me encontraba yo ante una imagen ampliada de la “otra” Gioconda, pintada justo al lado de la original en el taller de Da Vinci y que si no me falla la memoria, se expone en El Prado. Es mucho más colorida, más luminosa que la original con un tratamiento de las telas increíble y un detallado que vista de cerca la convierte casi en una foto. Reparando en todos esos matices mi vista fue a parar irremediablemente a esa mirada tan conocida, tan enigmática que durante siglos ha enamorado a artistas, conservadores, duques , anticuarios e incluso uno o dos ladrones, esos que yo sepa. Conectado como estaba a esos ojos marrones, ligeramente rasgados, como de gata que se posan en todo y en nada al mismo tiempo me hice la inevitable pregunta que tiene que ver con su expresión. ¿Qué siente esta dama ? Mi conclusión, para ahorraros más divagaciones, es que la señora Lisa está hastiada, tiene una vaga sonrisa como de estar viendo a alguien valerse de un viejo truco como si acabase de inventar la pólvora. Esa sonrisa es muy útil para estos tiempos, te enseña a estar de vuelta de todo sin estarlo, a relativizar, el viejo Leonardo nos quiso mostrar que la vida es demasiado importante para tomársela en serio y yo con ese mensaje, os dejo.

Hasta aquí llega el artículo de este mes, espero que le hayáis sacado algo interesante y el mes que viene estéis de vuelta en busca de más que aquí os estaré esperando. Hasta entonces quedo a vuestro servicio. Cuidaos mucho.