De izda. a dcha y de arriba abajo, estrella, Esperanza, Nicolás, Alfredo, Mario y la moderadora Emma
De izda. a dcha y de arriba abajo, Estrella Alfaro, Esperanza Fernández, Nicolás López, Alfredo Ojanguren, Mario Quevedo y la moderadora Emma Álvarez
Manuel Galán / Somiedo
“Xentes de Somiedo” organizó ayer un debate sobre las energías eólicas, ante el anuncio de varios megaproyectos en los entornos de los parques naturales (entre ellos Somiedo) con participación de 5 especialistas de las universidades de Oviedo y León. Más de 65 personas asistieron al debate virtual durante más de dos horas en una sesión animadísima muy bien moderada por Emma Álvarez. Este grupo tiene por objetivo visibilizar y sensibilizar sobre la instalación de parques eólicos en la Cordillera Cantábrica. Los científicos, aunque defienden este tipo de energía, advirtieron del impacto que estos parques tienen si se instalan en la Cordillera, tanto para la fauna y flora como para las poblaciones y desmitificaron que estas iniciativas generen empleo.
La mesa de panelistas estuvo integrada por Alfredo Ojanguren, biólogo de la Universidad de Oviedo y miembro de Geotrupes; Esperanza Fernández, Geóloga de la Universidad de León; Mario Quevedo, biólogo de la Universidad de Oviedo; Estrella Alfaro, Botánica de la Universidad de León y Nicolás López, biólogo y miembro de SEO/Birdlife. Todos se mostraron a favor de las eólicas pero no de cualquier forma ni en cualquier lugar, ya que «el impacto de la instalación de parques eólicos tal y como está contemplado en la actualidad, es inasumible».
Destacaron además que los materiales que se utilizan en estas torres se fabrican con derivados del petróleo y productos de difícil reciclaje producidos en países que no tienen legislación ambiental ni laboral protectora. En el debate criticaron los Estudios de Impacto Ambiental para la instalación de parques eólicos, que calificaron de «muy deficientes». No entienden que se haga inventario del patrimonio ecológico «si se proyectan eólicos en zonas de alto valor ecológico, lo cual es una contradicción».
Analizaron el impacto sobre la fauna y la flora: «Grandes proyectos eólicos generan una mortalidad directa de grandes mamíferos y aves, pero también se llevan por delante a especies comunes como los insectos en sus migraciones, polinizadores por excelencia. Es la principal causa de muerte no natural en murciélagos: 2 millones de muertes en 20 años. También afectan a especies raras o inéditas de manera irreversible. No se puede volver hacia atrás, es decir, no se pueden restaurar hábitats porque llevan a proyectos complejos que pueden suponer 200/300 años para la recuperación. Afecta a otros organismos como algas, hongos y líquenes que no están inventariados como patrimonio ecológico protegido».
Añaden diferentes impactos como la muerte por colisión de aves, murciélagos y millones de insectos «ya que están colocados en la ruta migratoria de muchos insectos migradores y además afecta a la polinización y a la apicultura ya que durante la obra hay desplazamiento de la fauna a otras zonas».
Otro aspecto que se trató fue la contaminación acústica y lumínica «que puede ser muy dañina para las propias poblaciones cercanas, además de los impactos geológicos, uno de los grandes olvidados en los Estudios de Impacto Ambiental», señalaron.
A juicio de los ponentes la instalación de parques eólicos debería de realizarse donde se produce y consume energía en mayor medida, es decir, en suelo industrial cerca de las ciudades y no en zonas naturales.
Insisten en que la crisis climática y la biodiversidad están conectadas. «Hay que cambiar el modelo de producción industrial, que es el que hace que en los estudios de Impacto Ambiental suele caer del lado de la empresa, preservando sus beneficios económicos. Hay que exigir control público de dónde se colocan las alternativas energéticas a través de una evaluación de impacto ambiental decente. Control público, valoración fiable y real de impacto ambiental.»
Gran negocio
«Las grandes empresas, viendo un enorme negocio en las eólicas, optan por la fragmentación de proyectos para que el impacto sea, supuestamente menos grave. Sin embargo, son megaproyectos, es un gran proyecto troceado», advirtieron los ponentes que proponen una mirada global en donde se tenga en cuenta la relación entre cambio climático, carbonización y pérdida de biodiversidad.
Por otro lado los especialistas reunidos en Somiedo desmitificaron el tema laboral y de generación de riqueza para la zona en la que se instalan estos parques eólicos: «Sólo entre un 3 y 4% de lo que genera el parque eólico queda en el parque eólico. A medio plazo no son rentables y no frenan la despoblación porque no hay efectos económicos continuados ni generan empleo más allá de la fase de obra». Como ejemplo, apuntan, más de 185 parques eólicos en la provincia de León generan únicamente entre 8 y 10 empleos.
Entienden los ponentes que la producción a escala industrial y con grandes capitales «no es el modelo» y proponen cambiarlo hacia otros más pequeños y controlados instalados en zonas industriales que es dónde más se produce y consume y no en el medio natural. Hay alternativas», concluyeron.
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Te eis un mínimo de razón en lo que comunicáis. Pero lo más importante, es que hay cosa en el artículo, que son totalmente, mentira.
Si no teneis experiencia en el tema vale, pero hay que ser objetivos