Publicado el: 10 Abr 2021

Manolo, jamás te olvidaremos

Por Alfredo G. HUERTA

Ayer nos despertamos con la triste noticia del fallecimiento del entrañable amigo Manuel Álvarez. Manolo Torralba -como se le conocía- era enormemente solidario, muy querido y respetado en Grao. De familia humilde, en su adolescencia, entre otras modestas ocupaciones, estuvo dedicado al transporte de mercancías desde el centro del pueblo hasta la estación del ferrocarril, labor que efectuaba con un carretilla de mano. A partir de estos modestos orígenes evidenciando un extraordinario espíritu de superación, tras unos años como empleado y luego socio de Pepe Tarrazo en un pequeño negocio en la calle Cimadevilla, junto a su hermano Laurentino fundó Tarralva, una joyería sita en el centro del pueblo que, con el tiempo, llegaría a estar entre las mejores de Asturias. Con el amor propio que lo caracterizaba comenzó a estudiar por las noches y además de asistir a clases de inglés, tras los cursos de bachillerato logró la graduación en Gemología por la Universidad de Barcelona.

Manolo siempre estuvo implicado en movimientos reivindicativos culturales y deportivos de su querido Grao. Lo recuerdo en la década de los años 70 acompañando de un grupo de vecinos luchar contra la decisión del ayuntamiento de cambiar las ordenanzas de la construcción, que llevaba implícito el desahucio de muchos habitantes de la villa.

Cuando languidecía camino de su desaparición y que por problemas financieros incluso había perdido su nombre original, refundó el equipo de fútbol logrando su supervivencia y que a partir de entonces volviera a llamarse Mosconia. Fue presidente de Acosen,  loa asociación de comerciantes, y formó parte de la plataforma que impulsó la construcción de la autovía a Oviedo con todo lo que significó para el concejo. Perteneció a la junta directiva de la asociación Amigos de Grado que además de otros muchos logros y proyectos se encarga de entregar los prestigiosos premios Moscones de Oro. Pero de su actitud solidaria de entrega a los demás me gustaría destacar lo que quizás sea lo mejor que se pueda decir de alguien: Manolo era fundamentalmente una buena persona.

Hoy es un día muy triste. Sin embargo debemos de sobreponernos. Su esposa Pilar y su hija Ana, a las que tanto quería, sus hermanos Tino y Aurelio y el resto de la familia debéis sentiros orgullosos de su vida ejemplar. Los que tuvimos la fortuna de vernos honrados con su amistad nos unimos a vosotros para, con el corazón roto por el dolor, decir ¡Manolo jamás te olvidaremos!

Deje su comentario

La Voz del Trubia