Luis GARCÍA DONATE

Sed bienvenidos de nuevo, querido público, a este agradable rincón lleno de reflexiones y en el que gracias a vosotros, cada vez somos más, eso indica que esto os gusta y es un honor. Dicho esto, si os parece bien vamos allá, el asunto que hoy nos atañe va de tiempo y no es cosa de perderlo en preámbulos.

Este artículo que hoy leéis viene motivado por mis más reciente lectura, una novela histórica, que pretendía contar y contó la vida de Aquiles, el famoso guerrero semi divino que fue a combatir a Troya con intención de ganar gloria suficiente para ser recordado en edades venideras. Esta clase de historias épicas de tiempos antiguos siempre me tocan la fibra sensible y al acabar el la historia frente al sepulcro del hijo de Peleo y murmurar para mis adentros esa vieja plegaria de “Que la tierra te sea leve y tus huesos reposen en paz”, vino a mi mente una reflexión sobre la naturaleza verdadera del tiempo y las películas que montamos alrededor de él en esta sociedad. Concluí en aquel instante y aquí os lo muestro, que estamos tan equivocados como aquellos exploradores ingleses que les mostraban la hora en sus relojes de bolsillo a los bosquimanos esperando que cazasen algo después de horas de acecho, a lo que ellos respondían “solo nosotros poseemos el tiempo y eso no hay aparato que lo muestre”. Yo no sé vosotros, pero personalmente estoy de acuerdo con los bosquimanos, vivimos en una era en la que podemos conseguir
miles de cosas en décimas de segundo con un solo click y aún así nos quejamos. Creo que nosotros mismos fabricamos esta rueda de hámster en la que estamos metidos que va a toda velocidad. Demasiadas metas, demasiados proyectos, demasiadas ansias, yo personalmente recomiendo “bajarse de la vida” de vez en cuando, como quien va en coche para estirar las piernas y recordar que la verdadera medida del tiempo es la vida pasando y no es tan rígida como el reloj.

Hasta aquí la reflexión de este mes, como siempre espero que sea de vuestro agrado y os ayude en algo, cuidaos mucho que aún tenemos trabajo que hacer para echar al virus aunque las cosas mejoren y no olvidéis bajaros de la vida de vez en cuando, es muy beneficioso. Hasta la próxima quedo a vuestro servicio, A seguir bien.