El plantígrado cojeaba de las patas de atrás y se había ocultado en los últimos días en la cuadra de Pachín, cerca del depósito del agua
Los vecinos creen que quedó herido en alguna pelea de celo, ya que en el pico El Ceo se han observado varios ejemplares en cortejo

F. R. G. / Proaza
Las vicisitudes diarias de los osos suelen pasar desapercibidas para la población. Sin embargo, desde hace unos años, el aumento de la población osera en la zona de Proaza ha acercado estas escenas a los vecinos. Los guardas del Principado acaban de rescatar a un oso adulto (probablemente joven) que cojeaba de las patas de atrás. Los vecinos que avisaron a los agentes de medio natural creen que fue herido en una de las numerosas refriegas entre ejemplares machos a causa del celo de las hembras. De hecho, un grupo de unos cinco ejemplares ha sido avistado estos días en el Pico El Ceo. El oso herido lleva desde el pasado lunes refugiado en la cuadra de Pachín, en la zona de La Recusa, a unos 500 metros del depósito de agua de Proaza. Hace una hora la Patrulla Oso ha podido reducir al ejemplar y lo han transportado desde el Camín de Los Cuetos en un cuatro por cuatro a algún centro de atención especializado.

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