«Último representante de una generación que siempre estuvo al pie del cañón», como lo define el presidente de los comerciantes salenses, Javier Pérez, falleció esta noche a los 93 años

Redacción/Grado

Claudio García Rodríguez, Claudio el de la Barraca, un referente indiscutible del comercio de Salas y persona muy querida en el concejo, falleció ayer por la noche a los 93 años de edad, tras toda una vida al pie del cañón de su bar-tienda, almacén de suministros para el campo, y su molino, sobre el río Aranguín, aún en funcionamiento. Es, en palabras de Javier Pérez, presidente de la asociación de comerciantes del concejo ‘Salas en Marcha’, «el último representante de una generación de comerciantes de Salas muy arraigada, gente que nacía y moría al pie del cañón en sus negocios, además con una vocación de servicio público tremenda, ya que ejercían de consejeros y ayudaban a todo el que necesitaba». Claudio el de la Barraca era un personaje indispensable de en la zona de Malleza y de las brañas vaqueiras del entorno.  «Toda una institución, un gran defensor del medio rural, una persona muy inteligente, muy leída, su hermana ya en aquella época fue médico en Cuba. Era coetáneo de mi abuelo, Javier Pérez, más conocido como Javier el de Visita, gente que tenia el cariño de todo el mundo, grandísimas personas y grandísimos comerciantes», resume. Claudio García Rodríguez era el alma de ‘Casa Claudio’, comercio que nació en 1930. Deja viuda, Dolores Castro, y dos hijas, ya que la tercera había fallecido. El funeral se celebrará mañana, sábado, 26 de junio, a las siete de la tarde en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Malleza, y acto seguido recibirá cristiana sepultura en el cementerio parroquial.