Publicado el: 23 Ago 2021

La A-63 Grado-La Espina, una autovía ‘maldita’ que prolonga el aislamiento del suroccidente

Indignación en la zona por los nuevos cortes, que alargan la conclusión de esta obra de infraestructuras

Carreteras no ha hecho pública aún la fecha de la apertura de la vía rápida desde Casazorrina a La Espina, cerrada por las obras del puente de Godán

El puente en la actualidad ya ha sido desmontado / A. P. F.

F. R. / M. J. / Salas 

La autovía A-63 Grado-La Espina, puerta al suroccidente asturiano, parece que está maldita. Largos retrasos, desplomes de laderas, imprevistos, fallos estructurales, falta de presupuesto… Después del último corte de tráfico que duró cerca de tres meses por el argayo de Casazorrina obligando a usuarios, comerciantes y vecinos a dar importantes rodeos para llegar a Salas o a Tineo y a la inversa hacia Oviedo, el Ministerio de Transportes mantiene ahora cortada la vía rápida que une La Espina con Salas (Casazorrina) al detectarse graves grietas en un puente a la altura de Godán, lo que obliga a desmontarlo y reconstruirlo pieza por pieza y fuerza al tráfico a regresar a la N-634 y al sinuoso y lento alto de La Espina, como antaño.

Carreteras sigue guardando silencio sobre el plazo de este corte, aunque según ha podido saber este periódico puede estar entre 6 meses y un año (el máximo que se permite en obras de emergencia). Además de ralentizar otra vez las comunicaciones del centro de Asturias con el suroccidente, la obra tiene también daños «colaterales», ya que se ha cortado la AS-330, afectando a todos los pueblos que usan esta vía desde Godán hacia Soto de los Infantes.

Los primeros en protestar y pedir vías pecuarias alternativas han sido los ganaderos. Pero las incidencias por la construcción de la A-63 en su tramo de Cornellana a La Espina no solo afectan a los cortes de carreteras sino también a los plazos de conclusión de la autovía. No hay que olvidar que aunque el paso por la N-634 ya se ha restituido gracias a la construcción de un bypass, la empresa que lleva a cabo las obras tendrá que reconstruir toda la ladera caída. Delegación del Gobierno ya anunció semanas atrás a los alcaldes de Salas y de Tineo que estas incidencias conllevarán retrasos de un año sobre los plazos iniciales de finalización de la autovía. El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo entiende que esta coyuntura sumada a la del argayo anterior está causando graves perjuicios económicos al concejo y pide a la Administración competente que indemnice al comercio y a la empresa salenses. «Parece que estamos abandonados de la mano de Dios. Me siento indignado y estaremos vigilantes para que no se alargue en el tiempo. Estaremos encima como martillos pilones.», señaló Hidalgo.

 

Desvío de la AS 370 / M. Jiménez

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