Publicado el: 06 Oct 2021

Angustia en la familia de Vigidel sin transporte escolar, «están acabando con nosotros»

La madre de la menor, que lleva casi un mes sin asistir a clase, llevó el caso a la Fiscalía de Menores y a la Guardia Civil, sin éxito: «Es como si ella no importara»

La consejería de Educación la remite a las ayudas individuales, que salen con las clases ya iniciadas y no cubren íntegramente el servicio

Aitana, en Vigidel, a la hora en la que tendría que marchar al instituto

Redacción/Grado

Vivir en un pueblo con una sola niña se ha convertido en un calvario para Aitana, la estudiante de 2º de la ESO de Vigidel (Teverga) que aún no ha podido iniciar el curso escolar. Su madre ha movido Roma con Santiago para intentar buscar una salida, al principio con esperanza y la seguridad del que tiene la razón, y ahora ya como el que está en medio de una pesadilla: «Se nos cierran todas las puertas, esta situación va a acabar con nosotros». Y es que Aitana y su madre, Iuliana Ene, no encajan en las normas: «Nos dicen que las normas son las normas. pero digo yo que deberían adaptarse a las necesidades de las personas. Y también es obligatorio que Aitana vaya al instituto, eso también es una norma, pero lleva casi un mes perdiendo clase y parece que no le importa a nadie».

El problema está en que al ser una sola estudiante la que vive en el pueblo, le denegaron el transporte desde Vigidel a San Martín, donde sale el autobús escolar al IES Río Trubia, un trayecto de cinco kilómetros que la familia no puede asumir por su cuenta. «Al resto de los estudiantes de Teverga sí les dan ese transporte, y subastan las rutas de taxi para recogerlos. A nosotros no. ¿Qué culpa tiene Aitana de que no haya aquí más niños? Dicen que la educación es igual para todos, y con nosotros se ve que no es verdad», lamenta su madre, que destaca que hay además taxistas de Teverga libres a esa hora, a los que se les podría haber adjudicado la ruta. «En el Consorcio me dicen que fue la consejería la que no autorizó el transporte, y que ellos no pueden subastar porque ni siquiera les sale Vigidel como plaza», señala.

La única salida es la de las ayudas individuales, que acaba de convocar la consejería, casi a las cuatro semanas de iniciado el curso. «Las convocan un mes más tarde, te las dan o no, tienes que estar esperando, y al final no cubren el precio entero: el año pasado nos tuvieron igual y al final de curso tuvimos que pagar 800 euros. Los demás tienen derecho a transporte gratuito y cuando empieza el curso, y nosotros no».

La familia ha intentado llevar el caso a la Fiscalía de Menores, e incluso poner una denuncia ante la Guardia Civil, pero sin éxito. «Me dicen que no encaja en los asuntos que ellos llevan, que tendría que llevar a juicio a la consejería». Y está a la espera de la reunión que la alcaldesa, María Amor Álvarez Ardura, tiene el día 11 con la consejera, Lydia Espina, para intentar resolver una situación que ya está minando la salud de la familia. «Tenemos tanta angustia, día a día, que a mí me han tenido que dar medicación».

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La Voz del Trubia