«Somiedo ya está en el mapa hace años pero el galardón nos resalta un poco más», valoran los vecinos del Pueblo Ejemplar de Asturias 2021
Manuel Galán/Somiedo
Si hay tres sectores estratégicos relevantes en Somiedo, son la ganadería, la hostelería y los servicios públicos. Hablamos con tres voces experimentadas, aunque muy jóvenes, que nos relatan su día a día en El Puerto, sus esperanzas, retos y su visión para el presente y futuro de este pueblo situado a 1.485 metros de altitud, recién premiado con el galardón de Pueblo ejemplar en la edición de los Premios Princesa de Asturias 2021. Azucena Lorences es vicealcaldesa de Somiedo y enfermera de profesión. Para ella, “vivir en El Puerto significa vivir en el lugar que nací. Es un pueblo tranquilo, donde tenemos unos buenos servicios pese a ser un pueblo de alta montaña”. La cobertura de telefonía ha mejorado mucho en los últimos meses en muchos lugares del concejo, pero no en todos. “En el Puerto sigue siendo un problema. Hay que mejorar la telefonía móvil, ya que sólo da cobertura una empresa”. Con respecto al mantenimiento de las carreteras, Azucena opina que “en invierno también se podrían mejorar los horarios de la limpieza de la carretera en época de nevadas, especialmente el acceso por León que es donde hay más problema”.
Soñemos con el futuro del pueblo y pensemos en El Puerto dentro de 10 años. ¿Cómo te lo imaginas? “Dentro de 10 años espero ver el pueblo como ahora. Afortunadamente, todas las casas, desde que yo recuerdo, permanecen abiertas. Aunque de forma permanente muchas familias no viven aquí, muchas siguen viniendo y manteniendo contacto con el pueblo. Hay sobre 65 casas abiertas. Además, de momento, el relevo generacional de los ganaderos está asegurado ya que más de la mitad son menores de 45 años”.
Y es que Somiedo tiene una larga tradición ganadera que también sabe integrar en la educación. El programa educativo Ganaderos con escuela, desarrollado por ASEAVA con el apoyo de los centros educativos de Somiedo y Belmonte y el Ayuntamiento de ambos concejos, se alzó con el primer premio en la primera edición de los galardones José Lorca del 2007, dedicados a la promoción de los derechos de la infancia. En él, hijos de ganaderos del colegio Flórez-Estrada en Pola de Somiedo aprendieron los criterios de valoración técnica del ganado y participaron en jurado que escogió los mejores xatos de la raza asturiana de los valles en la Feria de ganado de septiembre de la Pola. Conchi, profesora de infantil durante muchos años en Somiedo, relata su experiencia: “Incorporar el conocimiento técnico del manejo del ganado en la escuela como un aprendizaje significativo, es una forma de preservar cultura y tradición. Es importante fomentar los valores de las comunidades somedanas dentro de la escuela. Los niños que provienen de familias ganaderas sienten una gran identificación con sus pueblos y sus animales”. Personalmente, recuerdo cuando la poeta mejicana, María García Esperón, de visita en el colegio, les preguntó qué querían ser de mayores. Quienes provenían de familia ganadera, a pesar de ser muy jóvenes, lo tenían claro: “queremos ser ganaderos”. Y es que, hasta en el patio, el juego que más gusta es el de veterinarios. Azucena Lorences nos recuerda que “no olvidemos que en El Puerto hay 18 ganaderos y manejan más de 800 cabezas de ganado. Al menos la mitad de los ganaderos tiene menos de 44 años y 6 son mujeres” finaliza Azucena.
Azucena Lorences, enfermera y vicealcaldesa del concejo, destaca que en El Puerto «hay 18 ganaderos y manejan más de 800 cabezas de ganado. Al menos la mitad de los ganaderos tiene menos de 44 años y 6 son mujeres”
Conversamos con una de ellas, Laura Riesgo, de ganadería Fuentes. Para Laura, “la feria del Puerto es muy especial para todos los vecinos del pueblo. Es un acontecimiento que desde niños esperamos con ilusión. Desde que tengo uso de razón nunca he faltado a esa cita. Es una gran oportunidad para la venta de ganado al ser una de las ferias más importantes del Principado a la que acuden compradores de las comunidades vecinas. Para esa fecha se suelen quitar los terneros a las vacas y los bajamos a la feria. Además, se ponen a la venta vacas de carne e incluso hay muy buena salida para el ganado de vida con muy buenas ventas. Estos dos años sin ferias para todos los vecinos y, sobre todo para los ganaderos, ha sido una gran pérdida económica que esperamos poder recuperar en el 2022” se lamenta Laura.
Laura Riesgo: «Creo que en El Puerto dentro de diez años seguirá habiendo ganaderos, nos gusta nuestra profesión e inculcamos a nuestros hijos la pasión por los animales»
Azucena destaca el relevo generacional, aunque para Laura no es tan sencillo. Para ella “los jóvenes que quieran dedicarse hoy en día a la ganadería lo tienen bastante difícil sino tienen ya una ganadería en su casa. Empezar de cero es muy complicado. Son muchas las inversiones que hay que hacer y muy pocos los beneficios que aporta esta profesión ya que el precio de la carne está peor que hace años” recuerda Laura.
El despoblamiento y envejecimiento de la población es un tema recurrente en los encuentros y charlas informales en cualquier lugar de Somiedo. También lo es el futuro de la ganadería. Para Laura, “en el Puerto dentro de 10 años creo que seguirá habiendo ganaderos porque los que nos dedicamos a esto actualmente somos bastante jóvenes. A todos nos gusta nuestra profesión e intentamos inculcar a nuestros hijos la pasión por los animales que criamos y por el pueblo que habitamos, del que nos sentimos muy orgullosos. El relevo generacional creo que está asegurado porque como dicen nuestros mayores ¡ganadero se nace! y aquí tenemos muchos niños a los que les encanta el ganado y les gusta la profesión de sus padres”.
María Ganzo, de ‘El Coronel’: «El invierno se hace llevadero. Al principio lo pasaba mal cuando se iban los vaqueiros en octubre y nos quedábamos muy solos»
María Ganzo es hostelera. Su familia adquirió el hotel y restaurante “El Coronel” hace más de 18 años, en mayo del 2003. María lo regenta en la actualidad, aunque asegura que “soy una más. Aquí hacemos todos de todo. Es un negocio familiar”. El Coronel abre todo el año y en un lugar con un clima tan extremo en invierno, han conseguido desestacionalizar la temporada de turismo y tener buena ocupación en invierno. “El invierno se hace llevadero. Al principio lo
pasaba mal cuando se iban los vaqueiros en octubre y nos quedábamos muy solos. En invierno, en el restaurante, hay goteo de gente entre semana y mucho movimiento los fines de semana.
Muchos turistas vienen a hacer esquí de fondo y de travesía, otros son amantes de la fotografía y también nos visitan muchas familias con nenos para ver la nieve”. Aunque no es flor de un día, ya que “aunque también hay días malos, claro, con baja ocupación, pero teniendo la puerta abierta, al final la gente acaba entrando”. Resalta María la importancia de mantener limpias las carreteras para tener buena comunicación con el resto del concejo y Babia, garantizando desplazamientos seguros. “A pesar de todo”, comenta, “es raro que nos quedemos aislados e incomunicados. La última vez fue en la nevadona del 2015”, señala. María piensa que “el premio del pueblo ejemplar no sitúa a Somiedo en el mapa. Somiedo ya lo está, pero sí resalta un poco más El Puerto. El otro día una mujer me dijo que no entendía porque nos concedieron el premio de Pueblo Ejemplar si El Puerto no es un pueblo especialmente guapo. Le contesté que no es cuestión de belleza si no de conservar historia, cultura y tradición. Y de eso aquí sabemos mucho”. Está claro que El Puerto, si algo tiene, es amor por lo propio.
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