Los ecologistas acusan a Química del Nalón de intentar rebajar el control de sus emisiones

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies denuncia que la compañía «pretende que haya un menor control sobre sus emisiones para no acometer las inversiones» y pide al Principado que no autorice el cambio

Redacción/ Trubia

Los ecologistas rechazan el cambio en el plan de control ambiental de Química del Nalón, que ha pedido al Principado la revisión de la Autorización Ambiental Integrada de su factoría de Trubia. En esta propuesta, la empresa pretende no implantar dos de las técnicas de reducción de emisiones a las que estaba obligada, una petición a la que se opone la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que ha presentado alegaciones. «Hemos presentado alegaciones a la propuesta de la empresa, que pretende que haya un menor control sobre sus emisiones y no acometer las inversiones necesarias para adoptar las mejores técnicas disponibles, como establece la legislación. La aplicación de las mejores técnicas disponibles va dirigida a reducir las emisiones contaminantes y por tanto a mejorar la calidad del aire de la zona», señala la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que considera «sorprendente» que la empresa «que declara importantes beneficios no acate las obligaciones recogidas en su vigente autorización ambiental integrada, obligaciones dirigidas a reducir las emisiones de NOX y SO2, justificándose en la elevada inversión requerida para alcanzar este objetivo».

Para la Coordinadora Ecoloxista «es inaceptable que la empresa argumente que sus instalaciones de Trubia ‘tienen un impacto muy poco significativo sobre los niveles (de contaminación) de la zona’, nada más lejos de la realidad. Llevamos años denunciando la contaminación que genera la instalación en su entorno. Contaminación que conocían empresa y administración pero que se ocultó deliberadamente durante años». Y destaca que los niveles de contaminación en el pueblo superan los límites de media anual recomendados por la OMS, «por lo que resulta evidente que es preciso rebajarlos sin demora, para reducir la contaminación que los vecinos de Oviedo llevan décadas sufriendo».