El Principado ha desestimado las alegaciones de la Coordinadora Ecoloxista, que cuestiona la legalidad de la instalación por aprovechar el caudal ecológico del Nalón, y alerta sobre su impacto sobre los peces

Redacción/Trubia

El Principado de Asturias ha autorizado la nueva central hidroeléctrica del Furacón, en Trubia, un proyecto planteado por EDP que prevé la instalación de un hidrotornillo en la escala de peces de la presa, en el río Nalón, para aprovechar el salto de agua. El Gobierno regional ha rechazado las alegaciones de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, que considera que la instalación no cumple la legalidad, por aprovechar el caudal ecológico del río, y cuestiona también que la tecnología prevista (un tornillo de Arquímedes) sea ‘fish friendly’, como defiende la empresa.

«La empresa promotora del proyecto pretende instalar un hidrotornillo para aprovechar económicamente el caudal ecológico de la misma. Para ello se pretende eliminar la rampa que permite actualmente el descenso de esguines y anguilas del Embalse del Furacón al cauce del Nalón. Dicha rampa da continuidad biológica al río y regula además su caudal ecológico. El desarrollo del proyecto implicaría instalar en su lugar una hidroturbina basada en el tornillo sinfín (Tornillo de Arquímedes). La empresa afirma que este tipo de instalaciones no causa daños a los peces que las atraviesan, sin embargo no está demostrado que esta tecnología sea inocua para los peces, estando en la actualidad en discusión el impacto que estas turbinas puedan tener en la ictiofauna. Recientes trabajos científicos han demostrado daños y mortalidad en un alto porcentaje de los peces que atravesaron las hidroturbinas estudiadas, concluyendo además que son necesarios más estudios para llegar a conocer el impacto real de esta tecnología sobre los peces».

La Coordinadora Ecoloxista  destaca además que «tanto la Ley de Aguas como el Reglamento del Dominio Público Hidráulico establecen explícitamente que los caudales ecológicos no pueden ser objeto de explotación económica», y hace hincapié en el valor medioambiental de la zona, integrada en la Red Natura 2000. «Entendemos que las aguas del río Nalón están siendo actualmente “exprimidas” al límite para la producción de energía eléctrica y que cualquier actuación en el río debería tender a recuperar una mayor naturalidad del mismo y no a generar más presiones ambientales enfocadas a obtener mayores réditos económicos. Con el cierre de las centrales térmicas de carbón el Nalón ha mejorado sus condiciones ambientales. Creemos que, lejos de seguir desarrollando proyectos incompatibles con la recuperación medioambiental del mismo, se debería impulsar de una vez por todas un proyecto de recuperación integral del Nalón como río salmonero. Para ello es necesario el buen mantenimiento de las infraestructuras ya existentes (que en su momento supusieron una inversión millonaria) como las escalas para peces, rampas de esguines, azudes…, ­ manteniéndolas libres de obstáculos y abastecidas con unos caudales ecológicos adecuados».