El geógrafo Toño Huerta, que impulsó la propuesta lanzada por la Asociación Cultural Minera Santa Bárbara, plantea que en un futuro se prolongue hasta San Esteban, pasando por Grado y Candamo

La compañía ferroviaria cuenta con el material rodante, como la locomotora VA8, de 1958, o el vagón-salón conocido como ‘Coche de Franco’, de 1928

Redacción/Trubia

Prolongarse hasta Oviedo y llegar a San Esteban de Pravia. El tren a vapor Collanz0-Mieres-Trubia que ayer recibió un espaldarazo final de Principado, ayuntamientos y Renfe, es una forma de «mantener el trazado histórico de Feve, conservando el patrimonio ferroviario, y dinamizar las líneas ferroviarias y el territorio», señala el geógrafo trubieco Toño Huerta, que estuvo implicado en el proyecto desde el principio, como socio de la Asociación Cultural Minera Santa Bárbara (de la que partió la iniciativa) y como presidente de la Asociación por el Patrimonio Histórico Industrial de Trubia. Huerta considera que el futuro lógico del proyecto es ampliarlo a la línea histórica de la que forma parte, con cabecera en San Esteban de Pravia, y que atraviesa concejos como Candamo y Grado. También apunta a que podría prolongarse hasta Oviedo pero de forma ocasional, «ya que el fin del proyecto es Trubia».

«Ampliarlo a San Esteban de Pravia, no requiere una inversión muy alta, y es una forma también de dinamizar las líneas ferroviarias y mantener el trazado en buenas condiciones, atrayendo además a visitantes», destaca Huerta, «muy satisfecho» del anuncio realizado ayer por el Gobierno regional y los alcaldes de los concejos implicados (Oviedo, Mieres, Aller, Morcín y Ribera de Arriba), que fijan las primeras pruebas para la primavera, y la puesta en marcha del servicio de tren turístico para este mismo año.

Huerta destaca el efecto que tendrá en la vida comercial y hostelera de Trubia, y también sobre otros concejos de los Valles, «ya que sitúa a Trubia como lo que realmente es, la cabecera de la Senda del oso, ya que la senda recorre precisamente el trazado del ferrocarril de Trubia a Quirós».

El proyecto en el que se basa el tren, presentado por la Asociación Cultural Minera Santa Bárbara, destaca el éxito de ferrocarriles similares en Francia y Gran Bretaña, donde pueden superar los 75.000 viajeros al año. La propuesta plantea que el tren de servicio en primavera y otoño, los fines de semana, y propone el material rodante concreto que se podría usar, y que ya está en manos de Renfe o es de fácil adquisición. La locomotora será la VA8, una «locomotora de vapor tipo 141T, construida en 1958 por Babcock & Wilcox para el Vasco Asturiano». Para el tren, se plantea el uso de vagones de los años 60, en concreto «coches de viajeros BB 5300 de Renfe. Utilizados en trenes charter y circulaciones especiales como el Tren de las Piraguas, existen diez ejemplares, los 2BB 5301, 5307, 5310, 5314, 5315, 5316, 5319, 5320, 5324 y 5326. Todos son compatibles con la locomotora VA-8 y cada uno cuenta con 52 plazas sentadas». están homologados y pueden ser usados de inmediato. También se propone el uso de material rodante histórico, calificado como «de lujo», en concreto el coche salón conocido como ‘Coche de Franco’, y otro de la misma serie, de 1928, entre otras propuestas, como un vagón de 1916 del ferrocarril de La Robla, y otros vagones antiguos, de madera, como tres coches salón AS-1, de principios del siglo XX, que necesitan restauración.

Las estaciones que recorre el trazado son, con salida de Mieres: Ablaña, Soto de Ribera, Fuso de la Reina y Trubia, y el dirección a Collanzo, Figaredo, Moreda y Cabañaquinta.