Juanjo Viejo, que semaba y cosechaba el pan quirosano, deja el cultivo por cansancio «y porque si no te ayudan pierdes el humor»
Beatriz Álvarez/Quirós
Cada agosto, pasado el tiempo la yerba, las mujeres y los hombres de Bermiego recogían la escanda. Las cortinas de pan doradas por el sol, La Tuxa, Valdeviḷḷar, Rozás, El Pusaorio, La Techera, La Grade, L’Oteiru, Ardabín, El Porqueiru y Abechas… todas ellas tierras sembradas, hombres y mujeres a pleno sol esmesoriando porque “la escanda se tiene que coger con mucho calor. Las espigas tienen que estar a sol fuerte por lo menos dos horas” nos dice Juanjo Viejo, el protagonista de este reportaje, mientras nos enseña unas mesorias de más de medio siglo de antigüedad “eran de Adela, vino un día a ayudarnos y se las dejó a mío má”. Juanjo es el último de los de Bermiego en dejar de sembrar escanda, un cereal de montaña que tanto avío hizo a la gente quirosana en un tiempo donde no había harina de trigo o no estaba al alcance de todos.
– ¿Cómo empezó? ¿Por seguir la tradición?
⁃Me gusta el pan de escanda. Ese pan que levanta y tiene riscos. Mi familia tomó el relevo de mi tía Manuela, la de Celestino, fallecida en 2009. Aquel año tenían una tierra de escanda en La Grade y la recogimos nosotros. Aquella escanda sirvió para erga (simiente) y así empezamos a sembrar anualmente. Luego preparé una tierra de una prima mía a la entrada del pueblo y también la sembramos. De esas tierras, serán unos 2.000 metros cuadrados, sacamos unas 5 ó 6 güesias de espigas, y de todas ellas sacaremos una faniega que son 8 zalamines (un zalamino unos 8 kilos). Rosa, mi mujer, aprendió con mi madre Josefa, con Manuela, con las de Veiga. Ella amasa en la masera grande o en la pequeña que nos hizo Julio Viejo el de Tene que era quinto de mi padre. De arroxar el forno y cuidar la forná ya me encargo yo.
– ¿Qué proceso siguen?
⁃Llevábamos la escanda a la casa de la Pila que es de Diego el de Proaza a preparar y luego a moler. No se muele todo porque si no se va a usar, la escanda pierde la fuerza, desde hace unos años que somos socios de ASAPES (Asociación Asturiana de Productores de Escanda) lo llevamos a Grau a preparar.
– ¿Y ahora este parón?
⁃ Lleva mucho trabajo y yo llevo muchos años trabajando, estos brazos ya no dan para más, además luego no tienes quien te ayude, pierdes el humor.
– ¿Es un punto y final?
⁃ No es un final, es una pausa. De momento tenemos que ir consumiendo lo que tenemos, no seguir acumulando. La tierra está preparada, retrobateada, con tractor y ahora en barbecho para que descanse. Hasta hace unos años todavía éramos Pin el de la Manga, Balbino y yo los que sembrábamos, porque semar, seman los homes y recochen las mucheres, recochen y amasan, aunque a cocher escanda cuántos más seamos mejor.
– ¿Y qué pasará con la escanda?
⁃ Esta escanda es distinta a la de Cortes, por ejemplo. Me gustaría ceder algunas semillas a un banco de semillas, si lo hubiera. Esta es una escanda que sabe diferente, hay que mirar antes de que nos quedemos sin ella.
Deja un comentario