El SEPA y once empresas asturianas con alto riesgo químico suscribieron ayer una nueva alianza para ofrecer respuestas coordinadas ante posibles emergencias

Redacción/Trubia

Dos empresas radicadas en la comarca, Química del Nalón, con factoría en Trubia, y Orovalle, con explotaciones en Belmonte de Miranda y Salas, sellaron ayer un nuevo acuerdo con el Principado para prevenir catástrofes. Las dos compañías forman parte de las once empresas asrturianas afectadas por la normativa de riesgo químico (directiva Seveso). La consejera de Presidencia, Rita Camblor, como responsable del departamento del que depende el Servicio de Emergencias del Principado (Sepa), firmó el nuevo convenio de colaboración con las empresas, por el que se comprometen a trabajar conjuntamente en la prevención de catástrofes y ofrecer una respuesta coordinada ante posibles situaciones de emergencia. Las partes también acuerdan seguir impulsando actividades preventivas que disminuyan la vulnerabilidad de las instalaciones y mejoren su resiliencia.

De este modo, se renueva el compromiso adquirido para el periodo 2017-2021 por el Principado y las empresas ArcelorMittal, Compañía Logística de Hicrocarburos (CLH), DuPont,  EDP España SAU,  Enagás, Fertiberia, Galp Energía España, Petróleos Asturianos, Química del Nalón, Orovalle Minerals y Repsol Butano.

Estos dos acuerdos sucesivos formalizan la importante labor desarrollada desde 1999 entre estas industrias y los servicios de emergencias en la mesa para la implantación de los planes de emergencia exterior (Plaquimpas). El actual convenio estará vigente hasta 2026.

Los objetivos concretos del convenio son prevenir accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas, además de limitar sus consecuencias para proteger a las personas, los bienes y el medio ambiente; aumentar el grado de concienciación y conocimiento de la ciudadanía sobre temas relacionados con los riesgos químicos y las medidas preventivas; promover y aumentar el mutuo conocimiento de las personas encargadas de la seguridad en las instalaciones afectadas y en la  Administración autonómica, garantizar una mayor operatividad y coordinación de los diferentes medios con el fin de aumentar la efectividad ante los posibles efectos de un accidente sobre la población, el medio ambiente y los bienes materiales, y potenciar el pacto de ayuda mutua -procedimiento de ayuda personal y material en caso de accidente grave entre los firmantes- para la cesión de materiales y recursos.

Para cumplir estos propósitos, ambas partes se comprometen a desarrollar jornadas técnicas y de formación para el personal de las empresas y de los servicios de emergencias, campañas de información y autoprotección a la población y simulacros anuales como el realizado en  marzo en las instalaciones de Fertiberia, en Avilés, que movilizó a más de 200 personas.

El sistema acústico de avisos a la población en caso de accidente grave es también fruto de la colaboración entre el Principado y las empresas. La red consta de 28 sirenas que cubren las áreas de intervención en las que los análisis de riesgo han detectado una posible vulnerabilidad. La ubicación de las sirenas se consensuó en la mesa de los Plaquimpas, un grupo de trabajo que se reúne al menos tres veces al año y que está integrado por un representante de cada una de las partes firmantes del acuerdo.

Los Plaquimpas se activaron en dos ocasiones en Asturias: la primera el 5 de marzo de 2009, por un incendio registrado en un tanque de nafta de las instalaciones de Química del Nalón que generó una gran nube de humo, y la última el 16 de octubre de 2018, cuando se quemó una cinta transportadora de carbón en ArcelorMittal Avilés.