Quienes están al cuidado de una mascota por primera vez en su vida sufren lo mismo que unos padres primerizos. Todo los preocupa, pero, al mismo tiempo, no saben bien cómo actuar en cada momento y no tienen del todo claro cuándo deben ir al veterinario para que echen un vistazo al animal. Desafortunadamente, no todo el mundo tiene conocimientos de veterinaria, aunque cada vez es más fácil acceder a la mejor formación para veterinarios y tener una buena base en este frente.

Esta falta de información lleva siempre a una duda que es bastante habitual: ¿cuándo hay que llevar a la mascota al veterinario?, ¿cuáles son los casos en los que debe hacerse? Tanto si lo tuyo son veterinarios para perros, como si lo son para gatos, aquí te vamos a dar varias pautas esenciales que debes tener muy presentes a la hora de tomar esta decisión.

Cuándo debes llevar tu mascota al veterinario

Para empezar, hay que tener claro que se deben realizar visitas periódicamente, cada semestre o cada año, para seguir las pautas de vacunación que corresponden a nuestras mascotas, sean perros, gatos o cualquier tipo de animal. Es algo que exige incluso la ley para garantizar la salud de los animales y de quienes les rodean. Ahora bien, dejando esas visitas rutinarias a un lado, hay otras ocasiones en las que es fundamental acudir a estos especialistas. Sí, es cierto que hay casos en los que no es necesario, pero también hay enfermedades de perros o enfermedades de gatos cuya única solución pasa por la veterinaria.

Si tu mascota ha ingerido algo tóxico, no hay que dudar, se debe acudir al centro veterinario cuanto antes. Asimismo, hay que hacer lo mismo si se están registrando muchos vómitos, dolores prolongados o diarreas. ¿Cómo saber si tu mascota está notando un dolor constante? Es algo que se percibe en los cambios de ánimo y de humor, si está más irascible de la cuenta o si, incluso, muestra un comportamiento algo violento cuando se la intenta tocar. A veces, esto, junto con un ladrido distinto, refleja que está sufriendo algún dolor y, por tanto, se debe llevar al veterinario para que la estudie.

También es imprescindible acudir en caso de que haya recibido un fuerte impacto porque, aunque pueda parecer que no tenga nada a nivel superficial, el riesgo de tener alguna lesión interna es elevado. Para evitar serios problemas, hay que acudir cuanto antes a especialistas para que se encarguen de comprobar su estado, y lo mismo podemos decir en caso de detectar que nuestro perro o nuestro gato sufre algún tipo de insuficiencia respiratoria. De hecho, si sucede esto, no hay siquiera que esperar, se debe acudir de urgencia.

En realidad, todos estos casos que hemos contemplado son motivo suficiente para ir a un veterinario de urgencia. Hay otras razones por las que acudir con algo más de calma, como puede ser en caso de que haya algún tipo de intolerancia alimentaria o si el animal muestra un comportamiento distinto al que solía tener. Son cosas que se manifiestan a largo plazo, pero que también deben ir ligadas a una visita a especialistas para que analicen el caso.