¿Cómo detectar un problema de dermatitis en perros? En realidad, su sintomatología es fácil de identificar porque se manifiesta a nivel externo. Algunos de los indicios más habituales son la presencia de picor y el consecuente acicalamiento continuo (especialmente en patas). Además, suele ir acompañado de otras evidencias como el enrojecimiento interdigital, la aparición de costras sangrantes generadas por una fricción excesiva, la pérdida de cabello en zonas muy localizadas o la inflamación de la piel.

Sin embargo, a pesar de que se trate de una afección relativamente fácil de detectar, es importante delegar el diagnóstico y el correspondiente tratamiento a un profesional especializado. Ante un cuadro similar al descrito, es recomendable acudir a un veterinario para que se evalúen con mayor precisión los indicios, los factores de influencia y su vinculación con otras posibles afecciones.

¿Cómo diagnostican los veterinarios la dermatitis en perros?

Para llevar a cabo un correcto diagnóstico, el veterinario puede trabajar a partir de dos tipos de datos:

Datos clínicos generales: La dermatitis puede manifestarse acompañada de otras enfermedades. Por ello, es importante realizar un análisis integral sobre los factores que han generado su aparición. Un estudio general compuesto por la valoración de posibles variaciones en el peso corporal, el comportamiento o los hábitos de alimentación va acompañado de la revisión del historial clínico de la mascota. Esto incluye las enfermedades previas que haya podido sufrir a lo largo de su vida. Por último, se hace una exploración de los síntomas presentes, tanto a nivel dermatológico como no dermatológico, por ejemplo, la aparición de episodios de diarreas, vómitos o un estado de debilidad.

Datos clínicos específicos: Una vez que se han valorado los datos generales, llega el momento de analizar el contexto más específico en que se han producido los síntomas. Algunos de los factores de análisis más comunes son la edad en la que se manifiesta la dermatitis así como la época del año, el estado y la forma en que se muestran las heridas, las áreas en las que se localizan, la presencia o no de picor, el tipo de dermatitis que se ha desarrollado, su vinculación con factores externos (por ejemplo, de tipo ambiental) o internos (como los hábitos de alimentación).

Métodos diagnósticos más comunes

La presencia de parásitos es una de las causas más comunes del desarrollo de dermatitis en mascotas. Los ectoparásitos pueden localizarse de una forma relativamente fácil. No obstante, el proceso diagnóstico a veces no es tan sencillo. Si no se detectan parásitos deberá recurrirse a una proceso de valoración más complejo. En estos casos, el veterinario suele administrar fármacos especiales contra parásitos potencialmente vinculables y analizar los resultados.

Uno de los métodos más utilizados para identificar la causa de una infestación de patógenos es la exploración citológica o el antibiograma. Gracias a ello, pueden discernir qué hongos y bacterias son patógenos.

Si la causa que se esconde detrás de la dermatitis responde a una infección fúngica por dermatofitos, es posible recurrir a diferentes metodologías como el cultivo de hongos, un test PCR o un tratamiento basado en luz negra.

Por otro lado, si el problema enmascara una alergia, el proceso diagnóstico se torna más complejo. Lamentablemente, en la actualidad no existe una prueba sencilla y absoluta que revele qué tipo de alergia se ha desarrollado. Las alergias ocasionadas por contacto físico son relativamente sencillas de detectar porque el prurito o el picor se manifiesta en regiones localizadas inmediatamente después de que se haya producido un contacto con un elemento o sustancia específica. No obstante, si se trata de otro tipo de alergia, la única alternativa disponible es un proceso diagnóstico de exclusión, es decir, un proceso orientado a descartar otras posibles alergias.

Por último, si se detecta un prurito secundario, se inicia la búsqueda del origen subyacente que puede responder a causas o desórdenes diversos, por ejemplo, enfermedades de tipo hormonal. En este caso el proceso de diagnóstico se desarrolla a través de análisis de sangre