En el Ayuntamiento de Grado, donde trabajaba en el servicio de Obras, están «desolados», y en Santo Adriano, su concejo natal donde hoy recibirá sepultura, viven con dolor su pérdida, «era un chico trabajador y familiar», destaca la alcaldesa

Redacción/ Grau

La comarca vive con consternación la pérdida de Juanjo Fernández, el padre de familia de 40 años que falleció ayer en un terrible accidente en Soto de Ribera. Natural del pueblo de Lavares, en Santo Adriano, Fernández trabajaba desde 2020 en el servicio de Obras del Ayuntamiento moscón, que hoy ha hecho un comunicado mostrando sus condolencias. «Queremos expresar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. Juanjo era una persona muy querida por todos, muy bien valorada por sus compañeros y cuya terrible pérdida nos ha dejado desolados. Enviamos toda la fuerza a su familia y a todos sus allegados para poder afrontar esta difícil situación», ha señalado el Ayuntamiento moscón a través de sus redes sociales.

El mortal accidente se produjo ayer a primera hora, cuando Juanjo, que deja dos hijo pequeños, se dirigía desde Mieres, donde vivía, hacia Grado, poco antes de las siete de la mañana. En el siniestro resultaron heridas otras cuatro personas, dos de ellas graves y otras dos leves, en un siniestro que se produjo a causa de un vehículo que circulaba por la A-66 en dirección contraria, a donde había accedido desde la plaza de Castilla. El choque, que implicó a tres turismos y un camión, se produjo a la altura de El Caleyo. Los dos heridos graves, de 29 y 28 años de edad, viajaban en el coche que circulaba en dirección contraria.

En Santo Adriano la noticia ha dejado a los vecinos consternados, ya que Juanjo Menéndez estaba muy vinculado al concejo y a su localidad natal, Lavares, a donde acudía todos los fines de semana. «Era un chico muy familiar, muy trabajador, amigo de sus amigos», destaca la alcaldesa, Elvira Menéndez. Esta tarde a las cinco será en la iglesia de su pueblo, Santa Catalina de Lavares, donde se celebrará su funeral, y a continuación sus restos mortales recibirán sepultura en el cementerio parroquial.