Los propietarios contrataron los trabajos para sellar la edificación e impedir que accedan personas al interior del inmueble, en las cercanías de las casonas del Vasco

Redacción/ Trubia

Uno de los chalés abandonados frente a la estación de tren de Trubia ha sido tapiado, tras varias denuncias vecinales por el riesgo de accidentes en su interior. Los propietarios contrataron a una empresa para que sellara todos los huecos, después de que se recibieran quejas por el mal estado del edificio, con riesgo de derrumbe. Al estar abierto era fácil que se colaran personas, incluso niños, en su interior, que se encuentra en situación de ruina. Los huecos de ventanas y puertas han sido cerrados con ladrillos.

El chalé, de propiedad particular, está a unos metros de las tres casonas del vasco, edificios protegidos que sin embargo están en situación de completo abandono y ruina, en una de las zonas más deterioradas de Trubia.