El colegio Padre Nicolás Albuerne y la escuela infantil del concejo celebraron hoy la fiesta de otoño desfilando tras los ‘novios’ al son de la gaita y bailando en la plaza de la Abadía
Redacción/ Trubia
Los niños y las niñas en la zona rural son de oro, y así lo vive el concejo de Proaza, que hace piña en torno a sus escolares. Todo el pueblo (familias, profesores y vecinos) disfrutó hoy del amagüestu escolar, con una original puesta en escena: una ‘boda vaqueira’, en la que los escolares del colegio Padre Nicolás Albuerne y de la escuela infantil del concejo desfilaron tras los ‘novios’ llevando sus pertenencias, como si de la braña de Aristébano se tratara. Lo hicieron con la música de gaita de dos de los padres, Queco Currás y Chus Fernández. En la plaza de la Abadía toda la comunidad escolar (profesores, familias y escolares) disfrutaron de un baile, bajo la atenta supervisión de la profesora de asturiano, Felisa Rubio. Una mañana muy animada que culminó con la degustación de castañas.
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