La asociación El Furacón exige que se inicien las obras para desescombrar y reparar las tres viviendas afectadas por la caída del muro de la iglesia, para que los vecinos puedan volver a sus casas
Redacción/ Trubia
Desesperación y desconcierto en Udrión (Trubia), a los seis meses de que la caída de un muro de la iglesia obligara a desalojar tres viviendas, a cerrar al culto el templo parroquial y suprimiese el paso desde el centro del pueblo a la carretera, a través de unas escaleras que siguen llenas de escombros. «Todos se ponen de lado, parece que no tiene nada que ver con ellos» , lamenta el presidente de la asociación de vecinos El Furacón, Fernando Arias, que destaca que los vecinos desalojados «han tenido que cambiar de alojamiento más de una vez, al no poder costearse el alquiler. Esta situación se prolonga ya por más de seis meses sin que el ayuntamiento ni el obispado hayan dado muestras de buscar una solución. Además, el acceso por escalera desde la carretera a la explanada que da a la parte delantera de la iglesia ha quedado inutilizado desde el argayo. Por otra parte, nos encontramos sin culto, a la espera de que el Ayuntamiento revoque la prohibición de entrada en el templo». Los vecinos exigen al Ayuntamiento y al Arzobispado «que remuevan los obstáculos necesarios para revertir la actual situación y que se emprendan cuanto antes las obras necesarias para que los vecinos puedan regresar a sus casas y se reparen los accesos afectados por el argayo». En concreto, reclaman que de forma inmediata se retiren las grandes piedras que obstruyen las escaleras, un paso público, y que se reparen las viviendas. «Luego ya si quieren o no reconstruir el muro, es cosa suya». El Ayuntamiento había realizado unos trabajos de asfaltado en la explanada de la iglesia, unos meses antes del colapso del muro, que cayó sobre las casas a finales del pasado mes de abril
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