IU reclama en la Junta que se frene el parque eólico de Pravia y Salas

El consejero de Industria, Enrique Fernández, defiende la necesidad de «energías limpias» frente «a los tiempos en los que el Nalón bajaba negro»

La portavoz de IU Ángela Vallina, hoy en la Junta

Redacción/ Grau

Izquierda Unida ha defendido hoy en la Junta General la necesidad de escuchar y atender las reclamaciones vecinales antes de decidir sobre la instalación de un parque eólico en Pravia, que afecta también a los concejos de Salas y Cudillero. La portavoz de la formación, Ángela Vallina, ha pedido al Consejero de Industria, Enrique Fernández, que reciba al colectivo, dado el impacto que tendrá en esta zona que está generando un «rechazo social perfectamente entendible» . Vallina destacó el gran impacto de los molinos, con torres de 135 metros de altura y un rotor de 170 metros, por lo que su altura real va a superar los 220 metros. «El edificio más alto de Asturias, que es la torre de la Universidad Laboral de Gijón mide 117 metros de altura, es decir más o menos la mitad de lo que miden esos molinos eólicos», ha ejemplificado la diputada, que destaca que al impacto visual se suma que varias torres estarán situadas a menos de un kilómetro de varios núcleos de población. «En algunos casos a menos de 400 metros de distancia, tal y como denuncia la recién constituida plataforma de vecinas y vecinos en defensa del entorno del Pico Cubel. Y esos mismos vecinos denuncian el devastador impacto en los acuíferos, de los cuales se surte de agua a la población y a la ganadería extensiva. Y el impacto que también generaría, además de los molinos en sí mismos, la construcción de los viales de acceso, de las líneas de evacuación y las subestaciones auxiliares a esa instalación eólica».

Según la parlamentaria, este es el «enésimo» proyecto de instalación de un parque eólico en el occidente de Asturias que, ha reprochado, «como todos los demás, se está impulsando con la aquiescencia del Gobierno asturiano, al que no le importa ni lo que piensen los vecinos de las poblaciones afectadas, ni el impacto que pueda tener en las actividades productivas tradicionales, como la ganadería o las que pueden impulsar un desarrollo sostenible futuro, como por ejemplo el turismo rural». Se trata de una nueva iniciativa que se inscribe en lo que IU califica de «boom eólico», en una proliferación y expansión incontrolada, y, a juicio de Vallina, con «tintes claramente especulativos». Así, para Vallina, la «instalación de esos parques eólicos con esos inmensos molinos funciona como la ley del embudo: todo el beneficio de la instalación va para las empresas y todo el perjuicio va para todos los demás y todas las demás, muy particularmente a las y los habitantes de las zonas de influencia. A usted seguro que no le gustaba vivir debajo de un molino, a 400 metros de una mole de estas, con su contaminación acústica».

El consejero de Industria ha defendido la necesidad de implantar «energías limpias» y ha recordado «los tiempos en los que el Nalón bajaba negro» por el carbón, «que producía una energía que era necesaria». Fernández ha insistido en que se aplicará la tramitación prevista en la ley, en la que «los vecinos podrán hacer las alegaciones que consideran oportunas», y posteriormente se aceptarán o rechazarán, «de acuerdo al procedimiento». Y ha añadido que el Gobierno ante los eólicos «no es extremista:; ni sí por decir sí, ni no por decir no. Hay una normativa que hay que cumplir, y entendemos que hay que buscar un término medio para generar una energía que nuestra industria necesita».