Nuevos vecinos, como Anna Renner, de Salceo y Harriet y Ben Appleby, de Proacina, junto a Germán Montoya, de Trubia, impulsan la iniciativa, que ayer celebró una asamblea de presentación en Proaza

Pretende revitalizar el territorio, con ideas como mercados de segunda mano, ludotecas, bancos de tiempo o intercambio de semillas

Beatriz Álvarez/ Proaza

La Casa de la Cultura de Proaza acogió ayer la presentación de la asociación L’Abellugo, con una asamblea abierta a los vecinos de los concejos de los Valles del Trubia. Bajo el concepto asturiano de “refugio, protección, techo, cobijo” nace una asociación que pretende dar apoyo a sus socios fomentado un entorno de intercambio en el Valle, patrocinando a productores locales y artesanos, creando conciencia de la cultura local, habilidades e idioma, apoyando la repoblación de los valles y, todo ello, desde la integración, la sostenibilidad y la adaptación al cambio. La reunión fue llevada Anna Renner vecina de Salceo (Quirós) y Harriet y Ben Appleby (vecinos de Proacina-Proaza) y Germán Montoya, vecino de Trubia.

La presentación adoptó la forma de asamblea abierta, podían acudir todos los interesados y aquellas personas preocupadas por el presente y el futuro del Valle con ideas o proyectos que aportar para dinamizar la vida del mismo, y reunió a una treintena de personas. Entre ellos había emprendedores, madres y padres de familias, recién llegados al Valle y vecinos con interés en escuchar. Un grupo numeroso de gente con ganas e iniciativas, llenos de ilusión y optimismo, preocupados por la realidad de un Valle en el que las necesidades son muchas y al que hay que despertar desde el respeto a los vecinos y la integración de los nuevos habitantes. Hacer comunidad desde el territorio.

Mercados de segunda mano, una ludoteca, banco de tiempo, aprovechamiento de excedentes agrícolas, intercambio de semillas pero también aprendizaje de antiguas formas de trabajo a partir de las capacidades y talentos de los mayores, intercambio de idiomas y proyectos que ya están en marcha como “El refugio de Lucero”, terapia con burros que realiza Isabel Quirós en Teverga, la artesanía en un camión camperizado de “Rocks and van”, “Aquelaria” en Bueida y “La Flor Cerval” de Marina Pérez.

Sobre la mesa, en una lluvia de ideas espontánea, muchos planteamientos, algunos novedosos y algunas reflexiones como la necesidad de llegar a los vecinos más mayores y a los niños, el aprovechamiento de los recursos públicos existentes y el ejemplo del vecino concejo de Santo Adriano que ha venido desarrollando en los últimos años iniciativas muy interesantes. También se puso de manifiesto la necesidad de mejorar los canales de difusión y comunicación de todas y cada una de las iniciativas que o bien ya están en marcha o bien van a hacerlo.

La asociación que está en proceso de formación y de captación de socios, cuenta con presidente, secretario y tesorero, tiene un ámbito de actuación que abarcar desde Quirós a Trubia (zona rural del concejo de Oviedo), pasando por Teverga, Proaza y Santo Adriano