Vecinos del barrio de Cataluña denuncian la peligrosidad del paso, en una vía de gran circulación: «Tenemos que meternos en la calzada con sillitas de bebés y sillas de ruedas»

Redacción/ Trubia

Cuando se habla de la obligación legal de facilitar la accesibilidad universal, los vecinos del barrio de Cataluña, en Trubia, se echan las manos a la cabeza: llevan años invadiendo la carretera de los Valles del Trubia con sillitas de bebés, sillas de ruedas o carritos de la compra, ya que no solo viven encajonados entre la ladera y la carretera además la acera de escasas dimensiones de la que disponen para ir al paso de cebra, o para coger el autobús, tiene en el medio un poste de servicio que les obliga, sí o sí, a invadir la calzada. Los residentes aseguran que han pedido en numerosas ocasiones al Ayuntamiento que retire el poste para facilitar la «accesibilidad universal» que se exige a cualquier particular que quiera abrir un negocio, pero hasta ahora no han conseguido nada. «Parece que ese poste ha nacido ahí y es inamovible», se quejan. Los residentes, que llevan esperando años una solución a la peligrosa travesía de la AS-228 de Trubia, prometida pero que sigue en un cajón, reclaman que al menos al pequeña acera de la que disponen cumpla el mínimo para que el tránsito «no suponga un peligro cotidiano».