La consejería de Presidencia impulsa los trabajos, en una zona donde ya se han recuperado 38 cuerpos, y se cree que hay más víctimas
Redacción/ Grau
La Consejería de Presidencia ha iniciado hoy la demolición de las edificaciones anexas a la fosa de La Chabola, en la localidad de El Rellán, en el concejo de Grado. Se trata de un espacio contiguo a la zona en la que ya se ha producido la exhumación de restos de 38 personas y donde se han hallado indicios suficientes sobre la existencia de más víctimas.
El trabajo de demolición y recuperación paisajística de la zona, que cuenta con un presupuesto de 41.060 euros, implica la eliminación de unas naves en estado de ruina y permitirá continuar con las exhumaciones que está llevando a cabo en la zona la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Se trata del segundo derribo del que se encarga el Principado, que en la primera fase de las excavaciones tuvo que retirar también una plataforma de hormigón para facilitar el avance de las labores.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica intervino en 2021 en la fosa de La Chabola en una zanja de algo más de diez metros, donde se recuperaron restos de 15 personas y se documentaron evidencias de una más, enterrada bajo la estructura de lo que fue una granja de cerdos, lo que hizo pensar que bajo la edificación podrían encontrarse más cuerpos. Esta hipótesis se confirmó en las excavaciones de este año, dado que la continuación de los trabajos ha permitido recuperar los restos de otras 23 víctimas. Durante esta última intervención, realizada en abril, se comprobó que las inhumaciones podrían continuar bajo esas edificaciones.
En abril se recuperaron numerosos objetos personales. Así, en la trinchera y junto a los restos humanos se hallaron útiles de aseo como cuchillas de afeitar, peines, pequeños espejos y frascos, además de objetos más personales, como gafas, una medalla de la Virgen de Covadonga, un anillo y una hebilla con iniciales, lápices, mecheros, etcétera.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha tomado muestras de ADN a cuarenta familiares que tienen pistas de que sus seres queridos fueron asesinados y enterrados en ese lugar.
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