Publicado el: 30 Ene 2023

Alarma por los hundimientos en la nueva carretera de Begega

La asociación vecinal La Voz del Pueblo, indignada por la respuesta del Principado, «nos han contestado que no es una carretera regional», «eso es lo que les preocupa la zona rural»

Los hundimientos en la nueva carretera de Begega, en Belmonte

Redacción/ Grau

La nueva carretera de Begega, en Belmonte, inaugurada hace año y medio tras el hundimiento de la anterior, presenta ya grandes hundimientos que preocupan a los vecinos, que temen que se vaya abajo. Hace unos meses los residentes alertaron de la aparición de las primeras grietas, que han aumentado y ya son claros hundimientos del firme. Los vecinos temen «un nuevo calvario» como el que pasaron tras caer la carretera original, en una zona marcada por la actividad minera de Orovalle, ya que estuvieron casi 21 meses teniendo que dar enormes rodeos para llegar al pueblo.

La asociación vecinal La Voz del Pueblo, de Belmonte de Miranda, presentó el pasado mes de noviembre un escrito en el Principado, alertando de la aparición de grietas en la nueva carretera, y la respuesta ha sido que no es competencia regional porque no forma parte de la Red de Carreteras autonómica. Una contestación que ha echado sal en la herida: «Es vergonzoso, esto es lo que les importa la zona rural», señala el presidente de la asociación, Julio Cabal.

Cabal señala que «la antigua carretera se hundió en octubre de 2019. Los vecinos de los distintos pueblos con la colaboración de la asociación estuvimos protestando y recogiendo firmas para que se reparara o se realizara un nuevo trazado lo antes posible. Al principio hicieron un proyecto inicial de carretera alternativa que quedó paralizado por que afectaba a una antigua mina romana catalogada como yacimiento arqueológico. Se les suplicó que se buscaran alternativas urgentes y nos dieran una solución, ya que no entendíamos que una obra financiada por Orovalle y que la Administración no ponía el dinero se retrasara tanto», recuerda Cabal. Y destaca que la situación de los vecinos era muy dura: tenían que realizar un rodeo alternativo desde Selviella que les obligaba atravesar el Alto la Brueba, «una zona donde se producían bastantes argayos y dependiendo de la zona donde vivan el rodeo era de unos 30 o 40 kilómetros, donde algunos tramos apenas pueden circular dos turismos y cuenta con curvas muy cerradas y peligrosas». Además, destaca el coste económico que supuso para los afectados, «pérdidas en el bar, los vendedores ambulantes, taxistas, transportistas, ganaderos, además del perjuicio que se hacía a niños, mayores, personas enfermas y a los propios trabajadores de la Mina Orovalle», enumera. Finalmente se optó por un trazado que transcurre por la zona más alta, «que no convenció a muchos vecinos que no estaban seguros de que este nuevo tramo no sufriera hundimientos, pero como yo, todos creímos en los diversos expertos que vinieron hacerla después de los estudios realizados, donde participaron arqueólogos, ingenieros, etc,  con la tramitación medioambiental y sobre todo arqueológica que esto conlleva al estar catalogados en la zona restos de minería romana. Por fin, una vez aprobado el tramo para la nueva carretera, había que sacarla a licitación, esperar, y luego ejecutarla, ya que los tramites se hicieron interminables, y por fin después de 20 meses de espera se inauguró el nuevo tramo a la circulación en junio de 2021, muy usado tanto por vecinos, transportistas, ganaderos, agricultores, visitantes, así como por los propios trabajadores de la mina. Ahora 15 meses después aparecen los primeros hundimientos, los vecinos están muy nerviosos e inquietos por que no quieren volver a pasar por el calvario y abandono que tuvieron que soportar·, relata el representante vecinal, que destaca que son varios los pueblos afectados: Begega, Boinás, Santa Marina, Quintana, Pontigo, Villaverde, Antoñana.

La respuesta del Principado al escrito presentado en noviembre, tras la aparición de las primeras grietas, ha caído en el colectivo vecinal como un jarro de agua fría. «Contestan que la carretera que une Begega y el Alto Carriceo no es titularidad del Principado de Asturias por no pertenecer a la red de Carreteras de Principado de Asturias. Es decir, esa es su contestación, lo que les preocupa la zona rural y los vecinos y vecinas que viven en ella», lamenta Cabal, que destaca que los representantes de la consejería estuvieron recientemente en el inicio de las obras de reparación de la AS-227, «informando que tienen decenas de obras abiertas con especial atención al medio rural y las alas, que para ello, la consejería cuenta con un presupuesto histórico de 134,5 millones para infraestructuras, un 40% más que el pasado año, donde se incluyen 15 millones de euros para el cumplimiento del programa de mejoras en la red de carreteras del suroccidente. Para nosotros queda claro, que esta carretera como no pertenece a la Red de Carreteras del Principado de Asturias los vecinos y vecinas afectados tendrán que esperar a ver a quién pertenecen, si se la adjudica León o Galicia, es vergonzoso». La asociación pide medidas urgentes en la nueva carretera. «Menos propaganda electoral y más trabajar. En vez de alarmas para embalses, en Belmonte vamos a ponerlos para carreteras», concluyen.

En las imágenes, el trazado de la nueva carretera, y las grietas, tal como estaban el pasado mes de octubre.

 

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