Marta Cano, empresaria somedana, acaba de abrir el área de autocaravanas de Pola

Manuel Galán/ Somiedo

Marta acaba de cumplir 33 años y ya es una de las empresarias más reconocibles en el concejo somedano. Una mujer joven comprometida con su territorio desde hace años y que ahora se lanza al mundo de las autocaravanas con un nuevo proyecto. Cano comenzó a hacerse cargo de la panadería hace 6 años junto a Carlos, su padre. Fue cada vez asumiendo más responsabilidades como parte de un relevo generacional. De su abuelo a su padre y del padre a ella, quien ya desde unos meses se encarga del negocio panadero. Ahora, le suma un nuevo negocio: un área de autocaravanas en el centro de Pola de Somiedo.

“Hemos tenido que cambiar el modelo”, lamenta Marta. Y agrega que “ya no hacemos reparto debido a la despoblación. Solo vendemos en el obrador lo que producimos. Productos artesanos con materia prima de primera calidad y que cada vez, lamentablemente, escasean más en la mayoría de panaderías”.

-¿Qué la llevó a emprender un nuevo negocio de autocaravanas? –Pensé en rentabilizar una finca de aproximadamente una hectárea que utilizábamos para el pasto de nuestro ganado de vacuno desde hace años. Junto al río, en el centro del pueblo, es una zona perfecta para un negocio de este tipo. Mi marido Félix y yo nos lanzamos a este negocio viendo la demanda que hay de este tipo de turismo itinerante y que desde hace unos años está de moda. Aunque hay negocios en Somiedo que cubren parte de esta demanda, sin embargo, las plazas de autocaravana no eran suficientes para el aumento en el número de clientes. Es un tipo de turismo del que, además, se benefician todos los negocios hosteleros de la zona, tanto restaurantes, como supermercados, etc.

-¿Cuáles son sus sensaciones tras dos semanas de apertura? –La clientela nos está transmitiendo que les gusta mucho el lugar, su ubicación, los servicios que ofrecemos y nos están dejando muy buenas valoraciones en las escasas dos semanas desde nuestra apertura. Me sorprende algo que me comentan y es que, aunque la mayoría de la clientela vienen para quedarse una o dos noches, terminan por quedarse hasta cinco o seis noches. Están muy sorprendidos de la riqueza y variedad del paisaje, fauna, entorno, lagos, rutas de montaña. Esto es muy llamativo sobre todo entre el cliente extranjero que expresa su sorpresa por el entorno natural de Somiedo.

-¿Por qué volvió a Somiedo? –Regresé un verano tras terminar los estudios con el objetivo de ayudar en los negocios familiares. He vivido en grandes ciudades como Madrid y otras más pequeñas como Oviedo, pero nunca me he llegado a adaptar. No me gusta el barullo, el ajetreo ni las colas. Prefiero la tranquilidad, caminar y sentir que la calle es parte de mi casa, conocer a la gente de tú a tú. Siento que es más como un hogar que aquello que puedes encontrar en la ciudad.

-¿Cómo está el emprendimiento en Somiedo? –Es necesario emprender proyectos en Somiedo. No hay gente joven, los pueblos se vacían. Además, tenemos un lugar privilegiado que nos permite promover servicios turísticos de calidad a las personas que nos visitan. El turismo, desde un enfoque responsable y sostenible, nos permite, además, disponer de servicios esenciales para quienes vivimos todo el año en el territorio como una panadería o una sucursal bancaria. Servicios que, si no tuviéramos turismo, seguramente sería mucho más difícil de sostener y mantener todo el año. Impresiona la seguridad y convicción de esta joven somedana que ya cuenta con una dilatada experiencia como empresaria.