Publicado el: 30 Ago 2023

La Casa de los Álvarez de Mallecina

Este edificio, ubicado en la aldea de La Puerta, es el origen de una saga de científicos que desarrollaron sus carreras en los EEUU

La Casa de los Álvarez/ Javier F. Granda

Javier Granda/ Salas

En la aldea de La Puerta, Mallecina, a 470 metros de altitud, se encuentra el origen de una saga de notables científicos que desarrollaron sus carreras en EE.UU. De esta aldea emigra hacia Cuba el primero de ellos, Luis Fernández Álvarez, nacido en esta casa, hoy sin duda transformada, emplazada en las inmediaciones de la carretera que comunica Salas y Pravia. Nacido en 1853 en La Puerta, falleció en Hawái en 1937, después de un periplo americano desbordante. Se gradúa en Medicina en 1887 en el Cooper Medical College, siendo uno de los expertos más reconocidos en enfermedades como la lepra. Sería el primero de las cuatro generaciones de científicos de un alto nivel en la cultura norteamericana. Su descendiente Walter C. Álvarez fue un médico muy popular en EE.UU. con notables aportaciones tanto científicas y académicas como divulgativas sobre medicina de familia en los medios de comunicación. El tercero de la saga es Luis Walter Álvarez, uno de los científicos al cargo del Proyecto Manhattan llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial en el desarrollo de los primeros experimentos con armas nucleares, llegando a ser premio Nobel de Física en 1968. Junto con su hijo Walter Álvarez, propuso la teoría del impacto de un meteorito en el Golfo de México como causa de extinción de los dinosaurios. El último de ellos es Walter Álvarez, profesor del departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra en la Universidad de California, Berkeley, uno de los precursores de la Gran Historia, un conjunto de conocimientos que aborda el largo proceso entre el origen del Cosmos hasta la Historia de la Humanidad y el presente, integrando todos los campos del conocimiento para explicar ese largo continuo desde el origen y expansión de la materia. En 2008 fue investido «Doctor Honoris Causa» por la Universidad de Oviedo y visitó la aldea natal de su bisabuelo Luis Fernández Álvarez, momento en que el Ayuntamiento de Salas les dedica el Pabellón Los Álvarez como centro cultural.

La referida casa familiar de La Puerta es una casona asturiana de planta rectangular y tres alturas, bajo, primera y bajo cubierta, siendo la fachada principal la que se orienta al mediodía. En ella se dispone el mayor número de vanos todos ellos con recerco, quedando el acceso principal en el costado oriental, y tan solo tres huecos en el occidental. Sobre el acceso una pasarela comunica con la panera que en su base dispone de cuadra y vivienda, conformando una quintana amplia donde se emplazan otros auxiliares de planta baja para la guarda de útiles y herramientas.

La casa dispone de revoque y pintura en su totalidad, con impostas entre plantas en la fachada meridional, cuatro balcones con antepechos de obra en la primera planta y portón en el eje de simetría en la baja con sendas ventanas a cada lado. El casetón en el bajo cubierta da idea del amplio desván practicable del que dispone, altura que equivale con otro casetón oriental desde el que arranca la pasarela de acceso a una gran panera de esquinas redondeadas. Panera que muestra pegollos y muelas de cantería, corredor con balaustres torneados en costados oriental y meridional y mandil en el resto, con puerta tallada. En el entorno de la propiedad se elevan robles centenarios, anteriores a la partida de Luis F. Álvarez hacia Cuba. En el Catálogo Urbanístico de Salas se consigna una protección ambiental para la vivienda y parcial para la panera. Sería muy recomendable distinguir este enclave con una placa que reconociese la importancia del origen de esta familia que han llevado el nombre de La Puerta y Salas tan lejos como sus vidas y carreras les han permitido.

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