Los vecinos denunciaron que la empresa había dejado los cables «literalmente tirados en el suelo»
F. R. / Grau
Literalmente por los suelos. Los operarios de la empresa Adamo, concesionaria del plan PEBA para llevar la fibra óptica a los pueblos de Grau, dejaron el cable «pelado» tirado en el suelo, sin ninguna explicación, una denuncia vecinal que ha llevado a la empresa a volver a la localidad para rematar adecuadamente la instalación. «Llegué a mi vivienda y me encontré un cable negro pelado delante de mi puerta en el suelo, llamé a la Guardia Civil ante el temor de que pudiera ser peligroso, ya que creía que era de la luz que se había caído del poste. Luego me dijo un electricista que era de fibra óptica», afirma un vecino de Fuexu. Desde la asociación Baracaxu de Báscones consideraban también «una vergüenza» cómo quedó la instalación, finalizada hace dos meses, cuando quedaron los cajetines puestos en numerosos barrios y pueblos alrededor de Fuexu menos en esta localidad. En este pueblo, en la mayoría de las casas los dejaron enroscados en columnas pero se cayeron y andan por el suelo. Las quejas han llevado a la empresa a retornar a la localidad, donde varios operarios trabajaban hoy en los remates.
Las obras de extensión de la fibra óptica en Grau comenzaron el año pasado, inicialmente en la villa y avanzando luego hacia la zona rural. Los trabajos forman parte del Plan PEBA, del Gobierno regional, y fueron adjudicados a la empresa Adamo en el contrato de 2020, para que se ejecutasen en 2021, por lo que comenzaron con un año de retraso. Estas quejas no son exclusivas de Grado. También en Tineo, el pasado invierno, hubo denuncias de la manera «chapucera» del proceder de los operarios encargados de desplegar la fibra en este concejo.
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