Gustavo A. Fernández

[La Mosquitera]

Hace unas semanas se clausuró en la Casa de Cultura de Grado la IV Bienal de Pintores en la que participaron más de setenta artistas vinculados al concejo moscón. Junto a la exposición colectiva se organizaron otras actividades como pinturas colectivas o conciertos, pero la Bienal sirvió sobre todo para rendir sendos y merecidos homenajes a dos artistas a los que Grado debe mucho. Por un lado, esta IV edición estuvo dedicada al pintor y escultor Juan de la Fuente, recientemente fallecido y que fue precisamente uno de los promotores de esta Bienal y de la asociación de pintores locales ArtGrao. Juan es el autor de la escultura dedicada a los tres moscones asesinados en los campos de concentración nazis que está ubicada en el Parque de la Memoria de la villa. A Juan lo echamos mucho de menos, por su bonhomía y porque siempre estaba proponiendo iniciativas artísticas o colaborando con la Casa de Cultura.

De forma muy acertada, y por medio de estas jornadas, sus compañeros pintores y Grado en general han querido poner en valor tanto su faceta humana como artística. Amado González Hevia “Favila”, ha sido también homenajeado en el marco de la Bienal, y lo ha sido de la forma más importante que puede hacer un concejo como es la concesión del título de Hijo Predilecto, justo premio que se une a otros reconocimientos como que una calle de la villa lleve su nombre o el Moscón de Oro. Ya he dicho más veces, y no me cansaré de repetirlo, que admiro a Favila como artista, pero más como persona sencilla, prudente y, hasta me atrevería a decir, humilde. Es un extraordinario y reconocido pintor y escultor, pero al mismo tiempo huye de todo divismo y colabora en multitud de proyectos altruistas con su Grado natal. Amado y Juan, dos grandes artistas y también dos grandes moscones que forman parte ya de la Historia con mayúsculas de Grado, gracias a ambos por ello.