José Ramón González
Concejal del PP en Grado
Que la luna afecta a la Tierra de muchas formas está fuera de toda duda, que Izquierda Unida trata de modelar la opinión de nuestros vecinos es recurrente. Y lo hacen como el astro, por fases. Sí, por fases perceptibles y predecibles: se van mostrando según convenga al momento. Pero, ojo, al igual que el satélite también conservan una parte no visible, la cara oculta.
Preguntaban ayer por boca del concejal de Educación: “¿qué sentido tiene mirar al pasado cuando queremos avanzar y no retroceder?” y argumentaban, bla, bla, bla…, con la única finalidad de amansar, si fuera posible, a los que ya están cansados de esperar promesas que no se cumplen. Y me estoy refiriendo, ellos ni se atreven a mencionarlo, a la renovación de la instalación eléctrica del colegio público Virgen del Fresno y a la caldera de calefacción del colegio público Bernardo Gurdiel.
Las personas que sufren esa falta de premura en la resolución de problemas tienen responsables directos a quienes reclamar, a Izquierda Unida y al PSOE; que no quisieron incluir en sus respectivos Presupuestos una partida económica para resolver estas necesidades tan acuciantes en nuestro municipio, y prefieren mantener como rehenes a los alumnos y a toda la comunidad educativa.
Estos días hemos visto en este medio cómo IU y PSOE se tiraban la pelota entre ellos, bajo la disyuntiva del mantenimiento o la inversión, para en última instancia eludir responsabilidades y justificar su falta de actuación durante años y el consiguiente abandono a alumnos y profesores de estos centros educativos de Grado. El uno por el otro y la casa sin barrer.
Porque, pese a que IU está sentado en el consejo de Gobierno del bipartito de Adrián Barbón, unos y otros votaron en contra hace unas semanas en la Junta General del Principado a la enmienda del PP para, en este 2024, destinar 50.000 euros a la sustitución de la caldera de calefacción del Colegio Público Bernardo Gurdiel.
Ante la disyuntiva de qué es inversión o qué mantenimiento, ellos mismos responden que “la mejor definición es aplicar el sentido común para actuar cuanto antes”. Pues eso, simplemente eso, una partida económica solucionaba las necesidades de los niños. Pero prefirieron las promesas incumplidas, los votos, y ahora, pasadas las elecciones de mayo, imponen que nadie les pida responsabilidades.
En 2024 está previsto un vuelo tripulado alrededor de la luna, a ver si después de tantos años vamos a descubrir que también el satélite tiene otra cara, la cara dura.
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