El Ayuntamiento argumenta que el antiguo se derribó sin permiso y que en su lugar se construyó «sin licencia» uno con vivienda
F.R.G. / Grau
La consejería de Cultura del Principado ha obligado a un vecino de Villahizoy, en la parroquia de Restiello, a derribar un hórreo de nueva planta que se construyó tras caerse el antiguo, situado en la misma parcela, si bien desde el Ayuntamiento de Grado señalan que el dueño había reconocido que había demolido el antiguo en 2019 sin permiso alguno.
El propietario había heredado de sus abuelos el hórreo en 1989. Según relata en una carta que envió a la Asociación de Amigos del Hórreo, entre los años 1991-92 se cayó parte del techo y pidió permiso para arreglarlo haciendo un tejado nuevo de madera «me contestaron que no se podía alterar en absoluto el aspecto del mismo». No obstante en 1993 optó por cambiar los aguilones y cubrirlos con aglomerado ignífugo aunque el paso del tiempo lo fue estropeando hasta que en abril de 2020 «me avisa un vecino del pueblo que había caído el hórreo». Posteriormente Fernández decidió «levantar en ese terreno un hórreo que perdurase en el tiempo». Hasta aquí la versión del propietario que considera que le ampara la ley en su decisión.
Según el Ayuntamiento de Grado «ante la visita de inspección urbanística del Ayuntamiento de Grado al lugar donde se encuentra el hórreo (recordemos que los hórreos son bienes de interés cultural protegidos por la Ley de Patrimonio Cultural), se comprobó que se había demolido el hórreo antiguo y se había construido uno nuevo en su lugar con vivienda.»
Añaden que el viejo hórreo estaba situado en una parcela catalogada como suelo no urbanizable de núcleo rural, y tras el derribo del hórreo catalogado «no cabe una nueva construcción en la parcela por ser entorno protegido».
Además señalan que la Ley de Patrimonio del Principado establece que «toda obra que se realice en un bien de interés cultural, como son hórreos y paneras, deberá ser autorizada expresamente por Patrimonio algo que debe hacerse previamente a la realización de las obras».
Añaden que es la propia ley la que establece «que las reconstrucciones totales o parciales de los bienes protegidos quedan prohibidas excepto cuando se utilicen partes originales, siendo prohibidas también las adiciones miméticas que falseen su autenticidad histórica.»
Para el consistorio moscón, que insiste que quien manda derribar el hórreo es el Principado y no el Ayuntamiento, hay un «triple incumplimiento». Por un lado, «no se solicitó autorización previa y expresa a Patrimonio para el derribo del hórreo como marca claramente la Ley». Además «la parcela en la que se ubica la nueva construcción no puede ser construida con esas características, al no estar la construcción vinculada a una vivienda» y, en tercer lugar «no se ha solicitado licencia alguna para acometer las obras del nuevo hórreo que tiene destino de vivienda»
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