El singular moscón fue impulsor del Mosconia y fundador junto con su hermano de la joyería de la calle Manuel Pedregal
Nando F. Arias/ Grao
Grado se despertó ayer con la triste noticia del fallecimiento, a los 85 años, de Laurentino Álvarez “Tino Tarralva”. Emprendedor, deportista, filántropo con una trayectoria impecable durante toda su vida. Publicábamos en este periódico allá por el año 2017 un artículo sobre la vida de Tino y su hermano Manolo en el que reproducíamos las palabras de su amigo Gracia Noriega, en un artículo de La Nueva España, que “La vida de los Tarralva, tan pacíficos, tan cotidianos, tan moscones, da tema para una novela sin salir de Grao”.
Los inicios de su vida no fueron nada placenteros, contaban él y su hermano Manolo que ya con diez años tenían que colaborar llevando ingresos a su casa transportando paquetes desde la estación del tren a los comercios de la villa o repartiendo carbón por los domicilios particulares de Grao. Con poco más de catorce años, su vecino de puerta, en el barrio del Casal, Pepe Tarrazo, invita a Manolo y Laurentino al aprendizaje de relojeros en un establecimiento ubicado en la calle Cimadevilla.
Los Tarralva, por aquella época y tras unos años de aprendizaje, abren en solitario una relojería y joyería en la calle Manuel Pedregal (donde sigue en la actualidad ubicada, regentada por la hija menor de Laurentino, Eva). Por este tiempo, ya habían dado fin a sus estudios de bachillerato que en época juvenil no habían podido cursar. Posteriormente se matriculan en la escuela de Gemología de Barcelona consiguiendo el título de gemólogos. En el año 2001, la Asociación Asturiana de Empresarios de Joyería, Platería, Relojería y Bisutería, les premiaron con la medalla de oro de la asociación.
Aparte de su profesión, Manolo y Tino, Tino y Manolo tenían otra pasión: el fútbol. Durante muchos años formaron parte del equipo local C. D. Mosconia, recibiendo ofertas por su buen hacer deportivo de equipos de división nacional. Durante una época, el Mosconia llegó a desaparecer militando en su categoría con el nombre de Grado C.F., siendo Manolo pocos años después, actuando como presidente, quien recuperaría el nombre del Mosconia.
Tras abandonar este deporte, no se desvincularon del club y colaboran continuamente con el mismo tanto económicamente como con la creación de un trofeo que continúa en la actualidad, el “Trofeo Hermanos Tarralva”. Otra gran pasión de Tino era la montaña y durante muchos años, mientras la salud se lo permitió, todos los lunes del año hacía sus rutas por los montes de Asturias. Grao pierde a una persona entrañable.
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