El ejemplar era uno de los 214 texos inventariados por la Asociación de Amigos del árbol mítico asturiano, que ya advertía de su precaria salud
Beatriz Álvarez/ Quirós
Asturias tiene desde ayer un texu menos. El fuerte viento que se vivió esta noche en los concejos de la Cordillera Cantábrica acabó con el texu de Casares (teixo en quirosán), como advirtieron hoy los vecinos, consternados por la pérdida de su ejemplar, que como muchos de los ejemplares de este árbol legendario de Asturias, estaba junto a la iglesia del pueblo. El teixo de Casares, según el inventario de la Asociación de Amigos del Texu Asturiano, está junto a la iglesia, que data de 1714. El árbol «de tronco hueco, sobreviviendo a duras penas» tenía en el momento de la elaboración de su ficha «hoja escasa, de color apagado y textura blanda no da buena impresión, por no hablar del tronco relleno de piedras y restos de hormigón y bastantes ramas secas. Su cuerda es de 214centímetros». Finalmente, el árbol de Casares, uno de los 214 que estaban vivos en Asturias según el citado censo, no ha resistido más y ha caído.
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