Publicado el: 10 Abr 2024

Cuando en Grau se vivió de la sidra

En el siglo XIX se producía en el concejo sidra para su venta, y el cronista oficial, Gustavo A. Fernández, ha localizado hasta 37 referencias distintas de llagareros y fabricantes entre 1901 y 1947

Escanciando sidra en Pepe el Bueno

Gustavo Adolfo Fernández 

[Cronista Oficial de Grau]

La sidra es la bebida por excelencia y uno de los símbolos de Asturias. Pero ¿qué podemos decir del caso concreto de Grau? ¿Hemos sido históricamente un concejo sidrero? Como Cronista Oficial comencé hace unos años una investigación sobre este tema del que tengo material para publicar un libro, sólo me falta rematar la redacción definitiva y encontrar quien lo edite. Estas líneas son un mínimo apunte de este estudio, ciñéndome además al tema concreto de los llagares industriales con licencia de fabricación y comercialización que tenemos que diferenciar del llagar doméstico para consumo propio del que no nos ocuparemos en este caso.

En el siglo XIX se bebía y producía en Grau sidra para su venta. Fernández Miranda nos cuenta que entre los ingresos de la villa en el año 1800 se consignan 270 reales como adeudo a la sidra, más incluso que los 200 reales del mercado. También relata la anécdota que en 1836, en el contexto de la primera guerra carlista, cuando llega a la villa Espartero capitaneando 8000 hombres, el Ayuntamiento les facilita sidra para beber.

Usando varias fuentes documentales he localizado en Grau hasta 37 referencias distintas de llagareros y fabricantes de sidra diferentes entre 1901 y 1947. Los hubo tanto en la villa como en Fuejo, Sama, Bayo, Peñaflor, Anzo, El Caliente, Picaroso, La Figal, El Rellán o San Pelayo. Podemos afirmar que la fabricación y comercialización de sidra en el concejo moscón fue importante al menos hasta la Guerra Civil.

Hubo algunas sagas familiares como la de José María Areces que consta como fabricante de sidra en Peñaflor ya en 1901. También sus hijos Celestino Areces (con llagar en la calle El Horrín al menos de 1931 a 1947) y Atanasio Donato Areces (con llagar en El Beo, Peñaflor, en los años 30).

A medio camino entre sidrería y empresa fabricante está el llagar de espicha que vende en el propio establecimiento la sidra que produce. En la villa hubo varios de estos llagares de espicha: en Las Calles Nuevas estaba el de José Álvarez Menéndez, también conocido como Conchano; en la Plaza de La Panerina el Llagarón; en Las Dos Vías el de Siro Pérez Fernández, etc. Pero voy a referirme algo más ampliamente a dos de ellos por ser muy apreciados y por su larga trayectoria.

El primero es El Infierno, que ha sido no sólo la sidrería más longeva y famosa en la historia de Grau, sino uno de los lugares más emblemáticos y queridos por los moscones y foráneos. El Infierno lo fundó en el siglo XIX Braulio Flórez como llagar con producción propia que se mantuvo hasta 1982, continuó ya como sidrería hasta que el 26 de agosto de 1996 cerraba sus puertas. Hablar del Infierno es hacerlo del lugar de encuentro de todo un pueblo, donde se daban cita personas de todas las generaciones. Quizá por eso no ha de extrañarnos que allá por 1943 se fundara en El Infierno la Hermandad de Santiago y Santa Ana. Las espichas de este llagar se anunciaban lanzando dos voladores, momento en el que se abrían las barricas y se vendía la sidra por culinos. Si en El Infierno se tiraban dos voladores, en Casa Sindo era uno el que explotaba, así todos los moscones sabían distinguir cuál de estos dos llagares era el que había abierto un tonel de sidra, acto que se denominaba “romper”.

Antigua sidrería ‘El Infierno’/ Foto cedida por Nando F. Arias

Casa Sindo estaba situado desde 1915 al lado del parque de arriba. Era propiedad de Gumersindo Areces Fernández, de ahí el nombre de Casa Sindo. Tenía un local que incluía el llagar, chigre y un patio o terraza, todos ellos con suelo de terrén pisao. También tenía, en estos primeros años, bolera de batiente.

Otras sidrerías históricas fueron El Llagarón en la Plaza de la Panerina; Casa Tarrazo, rebautizada luego Hevia, sita en el barrio de La Cruz y que estuvo en funcionamiento al menos desde 1925 y hasta 2018; Emilio Tarrazo con la sidrería “La Bolera” en la Avenida Villabella; Los Calabiones junto a la fuente de Arriba, etc. Local emblemático y aún en activo es la Sidrería Pepe el Bueno. Hasta su fallecimiento en 1935 su propietario fue José Fernández “Pepe” de Llamas. Continuaron al frente del negocio sus hijos y otros como la familia Ferín, luego Juaco y Teresa, Luis Elorza con su mujer María Asunción y, desde 2015, toman el relevo los hermanos Falo y Roberto Fernández.

Lorca en El Cabaño

En El Cabaño tomó sidra el poeta Federico García Lorca junto a su amigo Valentín Andrés Álvarez. Fue en septiembre del año 1932 cuando Lorca vino a Asturias con su compañía de teatro La Barraca. La primera actuación fue precisamente en Grado y esa noche estuvieron los dos amigos cenando y de fiesta en la sidrería El Cabaño que estaba entonces en la Plaza General Ponte, donde disfrutaron de una de las mejores voces de la canción asturiana de la época, la del moscón Prudencio Merino “El Polenchu”. Sidra y tonada están muy vinculadas; en los llagares los culines se acompañan frecuentemente de asturianadas y la fama del Polenchu nació y creció en las sidrerías locales.

‘El Polenchu’ cantando tonada en una sidrería, en una imagen de la revista Estampa de 1928

También en Grado existió una fábrica de sidra champanada, La Reina de Asturias, que se da de alta en septiembre de 1913. Sus dueños fueron Manuel y Fernando Fernández, padre y hermano de Pepín Fernández, famoso comerciante moscón que años después fundaría Galerías Preciados. Esta sidra champanada moscona se incluyó por primera vez en el menú de una fiesta organizada en mayo de 1916 por el Club Gradense del Centro Asturiano de La Habana. En abril de 1925 se da de baja esta sidra en el registro de industriales del Ayuntamiento.

Para que este estudio sobre la sidra en Grau sea lo más completo posible, agradecería cualquier información o foto que me puedan proporcionar sobre este tema.

Solicitud de la marca ‘La Reina de Asturias’ piublicada en el Boletín de la Propiedad Industrial en 1914

Deje su comentario

La Voz del Trubia