El marqués de Ferrera se desprende del complejo palaciego moscón, valorado en 2,6 millones de euros

L. S./ Grau
El palacio de Báscones dejará de ser propiedad de los marqueses de Ferrera, que lo obtuvieron por el matrimonio con la primogénita de los propietarios originales, los Álvarez de Rivera. El conjunto palaciego moscón, que en su estado actual es obra de la profunda reforma impulsada a finales del siglo XIX por la marquesa María Ramona Quiroga Navia Osorio, sale a la venta por 2,6 millones de euros, incluyendo la torre medieval, la capilla adosada y los terrenos circundantes, un total de 6,5 hectáreas.
Se trata de uno de los conjuntos palaciegos más importantes del concejo moscón, cuyo origen se remonta a los siglos XII-XIV, cuando se estima que se construyó el torreón, de cuatro alturas y estilo gótico. Junto a la torre se encuentra el palacio, la capilla adosada y otras dependencias auxiliares, además de una gran panera de 100 m² reformada en el 2015 y otras dependencias agrícolas. El palacio, también de mampostería, cuenta con 3 alturas y es un hermoso edificio que forma un bloque con la capilla adosada, con 930 m² construidos y en sus fachadas destacan 5 arcos con columnas y galería superior acristalada y un patio cerrado con muro almenado, escudo y una hermosa escalinata, en su fachada oeste. El palacio fue reformado por última vez en 2017 para arreglar la techumbre. La primera planta del palacio, con 520 m² de superficie, alberga un salón, una gran cocina tradicional con llar, entre otras dependencias.
El palacio, que durante la guerra civil fue utilizado como cuartel, es también la sede del archivo de la familia, tras la venta del palacio de Avilés, hoy convertido en hotel.

Deja un comentario