Jesús Fernández, belmontino que padece ELA, recibió un entrañable homenaje de sus vecinos, durante el acto de descubrimiento de la placa que da su nombre al campo de fútbol
Manolo Jiménez / Belmonte de Miranda
El mundo del fútbol ha mostrado este fin de semana su lado más emotivo y humano. El Real Oviedo de veteranos se ha unido al pueblo de Belmonte en el acto de conmemoración en honor a Jesús Fernández “Chus”, vecino de la localidad y rostro visible de la lucha contra el ELA, enfermedad que padece desde finales de 2021. El acto en torno al que ha girado el reconocimiento a Chus, ha sido un partido entre los carbayones y una selección de jugadores de la comarca para que el campo municipal lleve el nombre del homenajeado. “Hay que apoyar a los enfermos del ELA, siempre que nos llaman acudimos para este tipo de partidos, aunque es el gobierno quien debe ponerse las pilas”, ha declarado Tomás González cerebro de aquel Real Oviedo de los ´80 que ascendió a primera división. “El caso de Unzúe es el más visible, pero hay otros casos de familias sin tanto poder adquisitivo como el de Juan Carlos que lo están pasando mal”, recuerda Tomás. Este sábado ha quedado visible el cariño y sensibilidad de los vecinos de Belmonte hacia las personas que padecen este tipo de esclerosis, en un acto de gran emotividad impulsado por el Consistorio a iniciativas de personas del entorno del homenajeado. “Era algo que queríamos hacer hace tiempo, por fin hemos podido cuadrarlo; un evento que nos demandaban y hoy lo hemos encajado en la tercera edición de la semana solidaria tras el monográfico a la lucha contra el ELA, este sábado lo dedicamos a recaudar fondos contra el cáncer”, declara el alcalde del municipio.Durante toda la jornada Jesús Fernández, no ha parado de recibir el cariño de sus vecinos, un goteo de carantoñas, abrazos y fotografías, muestra el amor que desprende el vínculo entre un joven y su terruño. “Chus siempre llevó a Belmonte por bandera, tanto él como su familia, son muy queridos… no hay más que ver las muestras de cariño” comentaba el alcalde del municipio a su allegados mientras contemplaba el rosario de selfies que todos querían hacerse con el homenajeado. Entre tanto los veteranos del Real Oviedo y una selección de amigos y futbolistas de la comarca disputaban su particular duelo. En el horizonte el ex delantero del Real Oviedo, santo y seña de aquella campaña de salvación del club carbayón, actualmente comentarista en el programa radiofónico Tiempo de Juego de la Cadena Cope, Oliverio Álvarez “Oli”, oteaba desde la lejanía el discurrir del acto. “¿Cómo van?”, nos pregunta. Aprovechamos para incidir en el carácter solidario del fútbol, la cara más comprometida de un deporte elitista y caprichoso, “… el fútbol también es una cantera de valores, ahora que está de actualidad la salud mental, nos damos cuenta con los años de que tenemos que transmitir las enseñanzas que aprendimos a lo largo de nuestra carrera; acabo de mandarle las fotos del homenaje a Juan Carlos Unzúe (ex futbolista que encabeza la lucha por los derechos de los enfermos ELA), es el capitán de un equipo que lucha por algo más que títulos o victorias”, reflexiona el que fuera entrenador del Cádiz.
Escuchamos a lo lejos, el eco de un altavoz, con las palabras de Almudena Fernández, hermana del protagonista de este acto, leyendo la carta que Chus ha redactado con precisión cartesiana, es su voz pero se intuye el sentimiento de quien la ha escrito: “…aún hoy sigo soñando que juego al fútbol, y en mis sueños veo que soy mejor jugador de lo que era en realidad, para eso es mi sueño. De ahí que haya conquistado Champions, (…) y llevo semanas preguntándome qué hice para merecer este honor (…) quizás por mi enfermedad, pero no es razón, ya que las cosas no van mal, con mi familia, mi hermana y mis amigos, me siento protegido hasta el infinito. Creo que mi mayor mérito es ser de Belmonte, donde somos una gran familia que no abandona a uno de los suyos jamás. Gracias por los mensajes de cariño que me hacéis llegar (…), hace que me sienta más cerca de mi paraíso, Belmonte, gracias al Ayuntamiento y a Menchu Juanchi y Elena, por estar siempre»
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