Publicado el: 28 May 2024

Tineo, un año después: «Todos nos unimos contra el fuego»

«Era increíble ver la velocidad con que las llamas atravesaban el paisaje», dice Albano García, de Villar de Navelgas, una de las parroquias más afectadas

Fermín Fernández (Muñalon), José María Carrizo (Naraval), Rubén Fernández (Fuentes), Sergio Parrondo (Las Tabiernas), Noel Fernández ( Navelgas) Y Eloy González ( La Rebollada) / Carlos Bernal

Carlos Bernal /Tineo

Albano García, vivió en primera persona aquel desastre ecológico, recorriendo en quad las brañas de la comarca vaqueira, alertando a sus vecinos del arribo inminente de las llamas. «Veíaslas venir y volver, las piñas salían disparadas y explotaban creando más fuegos», detalla , aún estupefacto de la ferocidad, rapidez y lo impredecible de aquellos incendios que quemaron el corazón del occidente hace un año. El total de focos declarados por el Infopa fue de 278: 191 simultáneos y 11 sobrepasaron las 500 hectáreas. Como consecuencia, 32.000 hectáreas de superficie ardió en aquellos diez días. Lo equivalente a 45 estadios de fútbol. La mitad, de bosque.

La investigación, aún en curso, del Seprona y las Bripas, ha llevado a más de treinta personas a ser interrogadas por su supuesta vinculación con estos incendios. Cinco fueron detenidas, acusadas de ser los presuntos autores del incendio de Foyedo, en Tineo, el del Parque Natural de Redes, dos más en Allande, y el del Naranco. Un ganadero allandés, continúa en prisión a disposición del juzgado, imputado por causar, junto a su sobrino, el incendio de Bustantigo, donde se quemaron 1.200 hectáreas de monte y se tuvieron que desalojar cuatro viviendas. La motivación según la instrucción del caso fue regenerar pastos. Por otro lado, el detenido por incendiar 99 hectáreas del monte Naranco es el único acusado en firme por motivos pirómanos. Ambos detenidos, son los únicos que permanecen en prisión a la espera de juicio, en el que la Fiscalía considera que los hechos pueden ser constitutivos de un delito de incendio con peligro para la vida de las personas, castigado con penas de entre 10 y 20 años.

De los 34 fuegos investigados hasta la fecha, 23 fueron provocados por motivaciones ganaderas, nueve derivaron en negligencias y de dos se desconocen las motivaciones. La Fiscalía descarta que hubiera grupos que actuaran coordinados.

Las llamas de abril 2023 afectaron a 51 de los 78 concejos . Sin embargo, los fuegos azotaron con especial virulencia a la comarca occidental. Valdés, el más afectado, vio consumir 12.000 hectáreas. Entre Tineo y Allande, sumaron 7.000 hectáreas más. Aquellos, calurosos y faltos de lluvia días de precampaña electoral. Asturias rozaba los 30 grados y en el occidente, las rachas de viento llegaron a superar los 100 km/h. Ante este contexto adverso, el Infopa ya contabilizaba, a las 07.06 de la mañana del 29 de marzo 38 incendios simultáneos en la geografía asturiana. El de Foyedo, que los bomberos de Valdés habían dado por controlado la noche anterior, se reactivó. En pocas horas, este foco se convierte en el más destructivo de todos: arrasando el valle de Paredes, atravesando la autovía del Cantábrico y alcanzando los límites de Luarca.

Alto de la Lavadoira

Aquella mañana se declara asimismo un foco en el Alto de la Lavadoira, entre Tineo y Allande, donde las labores de extinción deben suspenderse, por motivos de seguridad, debido al fuerte viento. Por la tarde, las llamas cercan las casas de Porciles.

A pesar de contar con hasta 800 efectivos luchando contra el fuego, en menos de 72 horas, el combustionado monte bajo del occidente arde de oeste a este. Los cortes de carretera y personas evacuadas se multiplican entre el 30 y el 31 de marzo. Más efectivos, vehículos, helicópteros e hidroaviones se suman a las labores de extinción que se coordinan primero desde Navelgas y después desde Almun̈a. En total, serían cuatrocientas las personas desalojadas, entre ellos, los vecinos de Naraval, donde un grupo de ganaderos elige quedarse. «Vino gente de Gera, de Valles de Teso, el Pedregal y Berdules: aquella noche todo el mundo unido, defendió la comarca», recuerdan José María Carrizo y Rubén Fernández, dos de los cincuenta ganaderos que estuvieron más de 48 horas sin dormir a bordo de su tractor evitando que las llamas entrasen en sus pueblos de residencia. «El gran salvador fue el río, sino hubiéramos estado perdidos», añaden Noel y Fermín Fernández, que en sus recuerdos aún perdura el fuego que asedió las cuadras de la localidad de Villar, donde hicieron falta varias cubas, con agua del río Navelgas, para evitar que todo «se echase a perder». Los cientos de trayectos que realizaron aquellos ganaderos corrieron a cargo de la gasolinera Navelgas; más de 1.000 litros de gasolina a fondo perdido. «Alrededor de la gasolinera hubo una decena de tractores evitando que las llamas llegasen a los surtidores», agradece aún su dueño, Pablo García.

Aristébano afectada

El fuego llega a afectar incluso a edificaciones, entre ellas, la iglesia de Aristébano, símbolo de la cultura popular asturiana. Los brezos, castaños y abejas de Carondio amanecen carbonizados. «Aquella noche, no había nadie ayudándonos, mi tío se quemó las córneas intentando sacar las colmenas del valle», rememora el apicultor cangués Iván Suarez, que junto a su tío Mario, poseían cuatrocientas colmenas en esta sierra de Allande. La familia Suárez ha vuelto esta primavera a Carondio , donde sus brezos, alimento de sus abejas, se han ido regenerando afortunadamente de forma independiente. «Los castaños y robles tardarán muchos años si no interviene el Principado», aseguran estos apicultores que también sufren las secuelas de los incendios del Valledor en 2017 y 2011.

Finalmente, el 1 de abril de 2023 llega la gran aliada contra el fuego; la lluvia. A las 13.10 la mayoría de los incendios forestales declarados se estabilizan.

Impacto económico

Durante los siguientes meses los habitantes de Valdés, Tineo y Allande siguieron sufriendo los impactos económicos y medioambientales de la debacle: «animales salvajes muertos, ceniza en el río y pistas forestales inutilizables, la tala de miles de euros de madera chamuscada o la pérdida de miles de kilos de miel. Estamos de acuerdo en decir que fue un acto de terrorismo, pero no que se criminalice al sector ganadero; nosotros luchamos por que los fuegos no entraran en nuestras casas, y fuimos los más perjudicados», analiza Carrizo, ganadero de Naraval.

La dirección general de Gestión Forestal trabaja en la elaboración de la convocatoria de las indemnizaciones, incluidas con una partida inicial de tres millones ampliable a cinco y medio en los presupuestos regionales de 2024. Las ayudas, aseguran, saldrán antes de julio.

El 13 de abril del año pasado, día que definitivamente se dio por extinguida esta oleada de incendios, se pospuso la tramitación del nuevo plan de Ordenación de Recursos Forestales, pendiente de su actualización quinquenal desde 2016, para revisar y ampliar su enfoque en la lucha contra los incendios. El gobierno socialista estableció que la primera iniciativa legislativa de este nuevo mandato sería la presentación al parlamento de una proposición para la reforma de la Ley de Montes de 2004, rebautizándola Ley de Montes y Prevención de Incendios Forestales. Cuestión aún pendiente, aunque su consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Lindez, aseguró en sede parlamentaria el pasado 2 de abril que «en los últimos meses se ha avanzado en el borrador y en los próximos días emitiremos la resolución de inicio de la evaluación ambiental estratégica». Al mismo tiempo, Medio Rural ha suscrito un convenio con 74 concejos que recibirán a priori en esta legislatura, 18 millones para la mejora de infraestructuras rurales y prevención contra incendios. Paralelamente el presupuesto del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) ha subido este año un 10%. El Sepa tiene previsto antes del final del año alcanzar una plantilla de 603 personas con la incorporación de hasta 79 bomberos. Por ahora se han incorporado nueve a la plantilla.

Mientras tanto, los habitantes del corazón del occidente observan asombrados cómo el Paisaje Protegido de la Cuenca del Esva ha ido resurgiendo su biodiversidad de las cenizas, de forma espontánea, durante los últimos doce meses.

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